¿Qué puedo hacer?
Tan importante -y nutrida- como su producción en verso es la escrita en prosa.
Podemos clasificarla de la siguiente manera:
Como en los versos de ete mismo carácter, son escritos de ingenio, en los que los recursos conceptistas son muy usados y con los cuales se ridiculizan muchos de los vicios, costumbres y hechos circunstanciales de nuestro Siglo de Oro.
En este grupo se inscriben los siguientes títulos:
Fue publicada en Zaragoza, con el título de Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; exemplo de vagamundos y espejo de Tacaños, en el año 1626, si bien seguramente se redactó entre 1603 y 1604 y se corrigió por última vez en 1609 ó 1614.
Se trata de una novela picaresca y, como tal, se ajusta al patrón establecido e incluso imitará algunos episodios de las obras que le precedieron en el género (Lazarillo de Tormes y el Guzmán de Alfarache). No obstante, Quevedo también innovó. Y lo hizo en los siguientes aspectos:
En este grupo se recogen algunas de las obras en prosa más conocidas de Quevedo:
Al ser una de las pasiones de Quevedo, no debe extrañarnos que ocupen, por su cantidad, un lugar privilegiado dentro de su producción literaria.
En este grupo de textos caben desde el tratado profundo hasta la obrita circunstancial con la que pretende denunciar una situación concreta. De entre todas ellas merecen destacarse:
Los restantes títulos son:
Conjunto de textos en los que -como ocurre en no pocos poemas- Quevedo arremete contra sus más ilustres rivales literarios:
La nota más remarcable del primer grupo es el senequismo. En el segundo se incluye un conjunto de obras que van desde las biografías de santos hasta escritos puramente teóricos.
Títulos:
Apareció en Sevilla en 1604. Se trata del más ambicioso intento novelístico de Lope. Aunque contiene los elementos principales de la novela bizantina (amor, aventura y religión), se añade un cuarto dimensión (también presente en el Persiles y Sigismunda cuando los protagonistas pasan por España): la patriótica, en forma de una nacionalización de la novela. En este sentido, se puede hablar, en ambos autores, de una superación de la novela bizantina.
Colección de cuatro novelle que tienen una fuerte cohesión en su origen y andadura, siendo el centro de todas ellas Marta de Nevares, aquí denominada Marcia Leonarda; aunque en un principio no se publicaron juntas: Las fortunas de Diana apareció en La Filomena (1621), las otras tres (El desdichado por la honra, La prudente venganza y Guzmán el Bravo) en La Circe (1624).
La originalidad de esta colección se encuentra no en los argumentos de las diferentes historias, sino en los incisos (dirigidos a su amada) en lo que el autor analiza la obra y sus peripecias.
Es la narración más lograda de su época después del Quijote. Se publicó en Madrid en 1632. Consta de cinco actos divididos en escenas. Aunque lleva como subtítulo acción en prosa, se menzclan con frecuencia versos.
El argumento es el siguiente:
Dorotea, que tiene a su marido en América, es amante de don Fernando. Teodora, madre de la protagonista, la regaña -a sugerencia de la celestina Gerarda- por amar a un joven sin posibles. Entonces Dorotea rompe con su amante, quien -despechado- se va a Sevilla. Dorotea cae enferma. El indiano rico Don Bela, por mediación de Gerarda, inicia con la joven convaleciente una relación de la que todos obtienen beneficio económico. Don Fernando, incapaz de soportar la ausencia, regresa y, sin saber que es ella, le cuenta a su amada su historia. Ambos se reconcilian para separarse de nuevo por celos y malentendidos. La obra termina con la muerte de don Bela y Gerarda.
En este campo alcanza sus más altos logros, ante los cuales queda ensombrecida su obra dramática y poética.
Formado literariamente en la segunda mitad del siglo XVI, en pleno auge del Humanismo, cultivó los géneros narrativos vigentes entonces (novela pastoril, bizantina, sentimental, picaresca, morisca) y abre nuevos caminos en otros que parecían ya agotados.
Fue el primer libro publicado por Cervantes (1585). El texto pertenece al género pastoril, es más serio y consistente que muchos otros y tiene una estructura bastante lograda. Ello no obsta para que también tenga sus momentos de tedio.
Se divide en seis libros, en los cuales se desarrollan una historia principal (los amores de los pastores Elicio y Galatea, a la que su padre quiere casar con el rico Erastro) y cuatro secundarias. Como señalara López Estrada, posee una estructura solar ya que las historias secundarias no sólo giran en torno a la principal, sino que se introducen y terminan en ella.
Aunque a veces rompa con las convenciones del género, suele ajustarse al patrón establecido:
Cervantes, que es casi seguro se interesó por la novella durante sus años en Italia, permaneció apegado a la narración corta a lo largo de su vida y tenía casi razón (a pesar de El Abencerraje y de los relatos del Guzmán de Alfarache) cuando afirma haber sido el primero que noveló en lengua castellana, pues lo fue en demostrar un interés serio y sostenido por la novella como forma, y quien la estableció como género floreciente en España.
Aunque sus Novelas ejemplares no fueron publicadas hasta 1613, algunas de ellas ciertamente se escribieron muchos años antes (1).
Su título se debe a que -como afirma el autor en el Prólogo- no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso.
Son doce textos cuya finalidad es ofrecer un entretenimiento honesto a sus lectores. No parece que su orden tenga ningún significado especial, excepto que El coloquio de los perros -que presenta un amplio panorama de la vida- ocupa con propiedad el último lugar. Todas las novelas muestran ejemplos a evitar o imitar, si bien no en todas ellas la moraleja queda bien explícita.
Aunque se muestra una preocupación por la verosimilitud, no podemos hablar de realismo, pues -siguiendo a Aristóteles- se consideraba que lo apropiado para el arte era lo probable, lo típico, lo universal, y que esto se refiere tanto a los personajes como a los acontecimientos. La narración se caracteriza por:
Parece evidente que Cervantes proyectó su obra como un muestrario del arte de narrar, al que se suma el placer del estilo (elegante y variado, según pidiese el relato) y el de la edificación.
La mayoría (nueve) de las novelas tratan del amor -su naturaleza y sus consecuencias, incluido el matrimonio- o parodias del amor.
Cervantes en el prólogo afirma que todas juntas también ofrecen un fruto. ¿Cuál podría ser éste? Quizá que el verdadero amor -que busca, más allá de la posesión, la amistad, la caritas- es el guía más seguro del hombre en la oscuridad de la vida, pues su ausecia lleva al desastre en el ámbito privado (El celoso extremeño) y al caos en el social (Rinconete, El coloquio de los perros).
Aunque el Quijote fue muy leído, Cervantes ejerció una influencia mayor sobre la literatura española de su epoca con sus Novelas ejemplares, ya que hubo una oleada de imitaciones reconocidas y no reconocidas.
Es la última obra de Cervantes. Fundida en el molde de la novela bizantina, tiene -por lo tanto- como tema al amor.
Inspirada en la crónica de Saxo Grammático y Olao Magno y en el Jardín de flores curiosas de Francisco de Torquemada, se trata de un “romance” cristiano, basado en la figura central del peregrino que se purifica moralmente en su deambular. En ella se cuenta la accidentada peregrinación llevada a cabo por Persiles y Sigismunda, dos príncipes nórdicos enamorados que, haciéndose pasar por hermanos bajo los nombres de Periandro y Auristela, emprenden un viaje desde el norte de Europa hasta Roma con el fin de perfeccionar su fe cristiana antes de contraer matrimonio. Como es propio del género, el peregrinaje se enriquece con
A pesar de todos estos componentes, el libro está perfectamente unificado tanto estructural como semánticamente:
Aunque ha dado lugar a interpretaciones abundantes, variadas y contradictorias, parece evidente que la obra es una burla de los libros de caballería.
El Quijote es -en esencia- la historia de un loco. En los siglos XVI y XVII, esta anormalidad mental se miraba de un modo ambivalente: por un lado, era cómica, pero por otro se pensaba que el loco podía ser más cuerdo que su prójimo. Esta misma concepción se encuentra en la base del Elogio de la locura (1509) de Erasmo de Rotterdam, que tuvo una gran influencia en Europa. Visto a esta luz, aunque no es necesario suponer que Cervantes leyera a Erasmo, la mezcla de enajenación y cordura deja de ser contradictoria y adquiere un sentido profundo. Sin duda alguna, Cervantes quiere que tomemos en serio muchos de los discursos de Don Quijote -sobre la Edad de Oro del hombre, sobre las Armas y las Letras, etc.-.
Menéndez Pidal y Millé descubrieron el que bautizaron como Entremés de los romances, anónimo de finales del XVI. En él se cuenta cómo el labrador Bartolo, por leer muchos romances, se vuelve loco y se va de su casa en busca de aventuras. Finalmente, vuelve a su hogar apaleado. El paralelismo de Bartolo con Alonso Quijano es evidente. Pudiera ser que, como acuerda hoy la crítica, Cervantes conociera el entremés y viera el potencial que albergaba como novela corta. Esta novella se correspondería con la primera salida de Alonso Quijano y se cerraría con el regreso y el escrutinio de libros de caballerías que se hace en su casa. De hecho, el Quijote de la primera salida es un personaje mucho más cercano a la farsa de lo que será inmediatamente después.
Rey Hazas y Sevilla Arroyo suponen que incluso esta novela llegó a publicarse, pues ya en 1604 hay testimonios en los que se tiene como héroe famoso a Don Quijote.
La existencia de una novela previa, no como proyecto, sino real, explicaría la razón por la que en el privilegio y en la tasa de la Primera Parte del Quijote (fechados en septiembre y diciembre de 1604), se repite tres veces un título diferente al definitivo: El ingenioso hidalgo de La Mancha, posible denominación de la novella.
Fundamentalmente cuenta la historia de un loco cómico con intervalos lúcidos. En cuanto al plano compositivo, hay dos partes claramente diferenciadas:
El texto de 1605 acaba con la vuelta de Quijote por medio de los engaños del cura y el barbero.
Es muy diferente al anterior:
Estructura:
Texto
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Tan importante -y nutrida- como su producción en verso es la escrita en prosa.
Podemos clasificarla de la siguiente manera:
Como en los versos de ete mismo carácter, son escritos de ingenio, en los que los recursos conceptistas son muy usados y con los cuales se ridiculizan muchos de los vicios, costumbres y hechos circunstanciales de nuestro Siglo de Oro.
En este grupo se inscriben los siguientes títulos:
Fue publicada en Zaragoza, con el título de Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; exemplo de vagamundos y espejo de Tacaños, en el año 1626, si bien seguramente se redactó entre 1603 y 1604 y se corrigió por última vez en 1609 ó 1614.
Se trata de una novela picaresca y, como tal, se ajusta al patrón establecido e incluso imitará algunos episodios de las obras que le precedieron en el género (Lazarillo de Tormes y el Guzmán de Alfarache). No obstante, Quevedo también innovó. Y lo hizo en los siguientes aspectos:
En este grupo se recogen algunas de las obras en prosa más conocidas de Quevedo:
Al ser una de las pasiones de Quevedo, no debe extrañarnos que ocupen, por su cantidad, un lugar privilegiado dentro de su producción literaria.
En este grupo de textos caben desde el tratado profundo hasta la obrita circunstancial con la que pretende denunciar una situación concreta. De entre todas ellas merecen destacarse:
Los restantes títulos son:
Conjunto de textos en los que -como ocurre en no pocos poemas- Quevedo arremete contra sus más ilustres rivales literarios:
La nota más remarcable del primer grupo es el senequismo. En el segundo se incluye un conjunto de obras que van desde las biografías de santos hasta escritos puramente teóricos.
Títulos:
Apareció en Sevilla en 1604. Se trata del más ambicioso intento novelístico de Lope. Aunque contiene los elementos principales de la novela bizantina (amor, aventura y religión), se añade un cuarto dimensión (también presente en el Persiles y Sigismunda cuando los protagonistas pasan por España): la patriótica, en forma de una nacionalización de la novela. En este sentido, se puede hablar, en ambos autores, de una superación de la novela bizantina.
Colección de cuatro novelle que tienen una fuerte cohesión en su origen y andadura, siendo el centro de todas ellas Marta de Nevares, aquí denominada Marcia Leonarda; aunque en un principio no se publicaron juntas: Las fortunas de Diana apareció en La Filomena (1621), las otras tres (El desdichado por la honra, La prudente venganza y Guzmán el Bravo) en La Circe (1624).
La originalidad de esta colección se encuentra no en los argumentos de las diferentes historias, sino en los incisos (dirigidos a su amada) en lo que el autor analiza la obra y sus peripecias.
Es la narración más lograda de su época después del Quijote. Se publicó en Madrid en 1632. Consta de cinco actos divididos en escenas. Aunque lleva como subtítulo acción en prosa, se menzclan con frecuencia versos.
El argumento es el siguiente:
Dorotea, que tiene a su marido en América, es amante de don Fernando. Teodora, madre de la protagonista, la regaña -a sugerencia de la celestina Gerarda- por amar a un joven sin posibles. Entonces Dorotea rompe con su amante, quien -despechado- se va a Sevilla. Dorotea cae enferma. El indiano rico Don Bela, por mediación de Gerarda, inicia con la joven convaleciente una relación de la que todos obtienen beneficio económico. Don Fernando, incapaz de soportar la ausencia, regresa y, sin saber que es ella, le cuenta a su amada su historia. Ambos se reconcilian para separarse de nuevo por celos y malentendidos. La obra termina con la muerte de don Bela y Gerarda.
En este campo alcanza sus más altos logros, ante los cuales queda ensombrecida su obra dramática y poética.
Formado literariamente en la segunda mitad del siglo XVI, en pleno auge del Humanismo, cultivó los géneros narrativos vigentes entonces (novela pastoril, bizantina, sentimental, picaresca, morisca) y abre nuevos caminos en otros que parecían ya agotados.
Fue el primer libro publicado por Cervantes (1585). El texto pertenece al género pastoril, es más serio y consistente que muchos otros y tiene una estructura bastante lograda. Ello no obsta para que también tenga sus momentos de tedio.
Se divide en seis libros, en los cuales se desarrollan una historia principal (los amores de los pastores Elicio y Galatea, a la que su padre quiere casar con el rico Erastro) y cuatro secundarias. Como señalara López Estrada, posee una estructura solar ya que las historias secundarias no sólo giran en torno a la principal, sino que se introducen y terminan en ella.
Aunque a veces rompa con las convenciones del género, suele ajustarse al patrón establecido:
Cervantes, que es casi seguro se interesó por la novella durante sus años en Italia, permaneció apegado a la narración corta a lo largo de su vida y tenía casi razón (a pesar de El Abencerraje y de los relatos del Guzmán de Alfarache) cuando afirma haber sido el primero que noveló en lengua castellana, pues lo fue en demostrar un interés serio y sostenido por la novella como forma, y quien la estableció como género floreciente en España.
Aunque sus Novelas ejemplares no fueron publicadas hasta 1613, algunas de ellas ciertamente se escribieron muchos años antes (1).
Su título se debe a que -como afirma el autor en el Prólogo- no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso.
Son doce textos cuya finalidad es ofrecer un entretenimiento honesto a sus lectores. No parece que su orden tenga ningún significado especial, excepto que El coloquio de los perros -que presenta un amplio panorama de la vida- ocupa con propiedad el último lugar. Todas las novelas muestran ejemplos a evitar o imitar, si bien no en todas ellas la moraleja queda bien explícita.
Aunque se muestra una preocupación por la verosimilitud, no podemos hablar de realismo, pues -siguiendo a Aristóteles- se consideraba que lo apropiado para el arte era lo probable, lo típico, lo universal, y que esto se refiere tanto a los personajes como a los acontecimientos. La narración se caracteriza por:
Parece evidente que Cervantes proyectó su obra como un muestrario del arte de narrar, al que se suma el placer del estilo (elegante y variado, según pidiese el relato) y el de la edificación.
La mayoría (nueve) de las novelas tratan del amor -su naturaleza y sus consecuencias, incluido el matrimonio- o parodias del amor.
Cervantes en el prólogo afirma que todas juntas también ofrecen un fruto. ¿Cuál podría ser éste? Quizá que el verdadero amor -que busca, más allá de la posesión, la amistad, la caritas- es el guía más seguro del hombre en la oscuridad de la vida, pues su ausecia lleva al desastre en el ámbito privado (El celoso extremeño) y al caos en el social (Rinconete, El coloquio de los perros).
Aunque el Quijote fue muy leído, Cervantes ejerció una influencia mayor sobre la literatura española de su epoca con sus Novelas ejemplares, ya que hubo una oleada de imitaciones reconocidas y no reconocidas.
Es la última obra de Cervantes. Fundida en el molde de la novela bizantina, tiene -por lo tanto- como tema al amor.
Inspirada en la crónica de Saxo Grammático y Olao Magno y en el Jardín de flores curiosas de Francisco de Torquemada, se trata de un “romance” cristiano, basado en la figura central del peregrino que se purifica moralmente en su deambular. En ella se cuenta la accidentada peregrinación llevada a cabo por Persiles y Sigismunda, dos príncipes nórdicos enamorados que, haciéndose pasar por hermanos bajo los nombres de Periandro y Auristela, emprenden un viaje desde el norte de Europa hasta Roma con el fin de perfeccionar su fe cristiana antes de contraer matrimonio. Como es propio del género, el peregrinaje se enriquece con
A pesar de todos estos componentes, el libro está perfectamente unificado tanto estructural como semánticamente:
Aunque ha dado lugar a interpretaciones abundantes, variadas y contradictorias, parece evidente que la obra es una burla de los libros de caballería.
El Quijote es -en esencia- la historia de un loco. En los siglos XVI y XVII, esta anormalidad mental se miraba de un modo ambivalente: por un lado, era cómica, pero por otro se pensaba que el loco podía ser más cuerdo que su prójimo. Esta misma concepción se encuentra en la base del Elogio de la locura (1509) de Erasmo de Rotterdam, que tuvo una gran influencia en Europa. Visto a esta luz, aunque no es necesario suponer que Cervantes leyera a Erasmo, la mezcla de enajenación y cordura deja de ser contradictoria y adquiere un sentido profundo. Sin duda alguna, Cervantes quiere que tomemos en serio muchos de los discursos de Don Quijote -sobre la Edad de Oro del hombre, sobre las Armas y las Letras, etc.-.
Menéndez Pidal y Millé descubrieron el que bautizaron como Entremés de los romances, anónimo de finales del XVI. En él se cuenta cómo el labrador Bartolo, por leer muchos romances, se vuelve loco y se va de su casa en busca de aventuras. Finalmente, vuelve a su hogar apaleado. El paralelismo de Bartolo con Alonso Quijano es evidente. Pudiera ser que, como acuerda hoy la crítica, Cervantes conociera el entremés y viera el potencial que albergaba como novela corta. Esta novella se correspondería con la primera salida de Alonso Quijano y se cerraría con el regreso y el escrutinio de libros de caballerías que se hace en su casa. De hecho, el Quijote de la primera salida es un personaje mucho más cercano a la farsa de lo que será inmediatamente después.
Rey Hazas y Sevilla Arroyo suponen que incluso esta novela llegó a publicarse, pues ya en 1604 hay testimonios en los que se tiene como héroe famoso a Don Quijote.
La existencia de una novela previa, no como proyecto, sino real, explicaría la razón por la que en el privilegio y en la tasa de la Primera Parte del Quijote (fechados en septiembre y diciembre de 1604), se repite tres veces un título diferente al definitivo: El ingenioso hidalgo de La Mancha, posible denominación de la novella.
Fundamentalmente cuenta la historia de un loco cómico con intervalos lúcidos. En cuanto al plano compositivo, hay dos partes claramente diferenciadas:
El texto de 1605 acaba con la vuelta de Quijote por medio de los engaños del cura y el barbero.
Es muy diferente al anterior:
Estructura:
Texto
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