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Tras la muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975, asumió interinamente el poder el Consejo de Regencia, formado por un teniente general, un arzobispo y un miembro del Movimiento Nacional, hasta que dos días después, el 22 de noviembre de 1975, el Príncipe de España Juan Carlos de Borbón, designado en julio de 1969 por el Caudillo como su sucesor «a título de rey», fue proclamado con el título de Juan Carlos I ante las Cortes franquistas.
Arias Navarro carecía de un plan de reforma del régimen franquista —en el Consejo Nacional del Movimiento llegó a declarar que en realidad el propósito de su gobierno era la continuidad del franquismo a través de una «democracia a la española»— y además pensaba que los cambios debían ser limitados como cuando el 28 de enero de 1976 dirigiéndose a los procuradores de las Cortes en la sesión de presentación de su gobierno les dijo: «Os corresponde la tarea de actualizar nuestras leyes e instituciones como Franco hubiera deseado»
El gobierno adoptó el programa que presentó Fraga Iribarne, —descartando la propuesta de Antonio Garrigues de convocar elecciones a Cortes Constituyentes— que consistía en alcanzar una democracia «liberal» que fuera homologable con la del resto de países europeos occidentales a partir de un proceso gradual y controlado desde el poder de cambios paulatinos de las «leyes fundamentales» franquistas. Por eso también fue conocido como «reforma en la continuidad» y su base de apoyo sería lo que entonces se llamó el «franquismo sociológico».
A principios de junio de 1976 el rey visitó Estados Unidos y en su discurso ante el Congreso, de cuyo contenido exacto no tuvo conocimiento Arias Navarro, ratificó su compromiso para dotar a España de una democracia plena.
A los pocos días Torcuato Fernández Miranda lograba que el Consejo del Reino incluyera entre los tres aspirantes a presidente del gobierno al «candidato del rey»: Adolfo Suárez, un «reformista azul» que no había destacado demasiado hasta entonces.
Adolfo Suárez formó un gobierno de jóvenes «reformistas» franquistas, en el que no incluyó a ninguna figura prominente, que contenía importantes novedades de lenguaje y de objetivos y que causó un enorme impacto en la mayoría de la población. Afirmó que su Gobierno no representaba opciones de partido sino que se constituía en «gestor legítimo para establecer un juego político abierto a todos» y que su meta era conseguir «que los Gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los españoles».
El gobierno de Suárez no había abordado la crisis económica iniciada en 1974 debido a la prioridad concedida al proceso de transición política. El nuevo ministro de Economía Fuentes Quintana propuso la firma de un gran «pacto social» que compensara con mejoras sociales y algunas reformas jurídico-políticas, defendidas por el entonces ministro de Justicia Landelino Lavilla —que incluían la despenalización del adulterio o de los anticonceptivos— las duras medidas de ajuste que se tenían que tomar para estabilizar la economía y reducir la inflación, considerada como el principal problema: la reducción del déficit público y el establecimiento de la norma de que las subidas salariales se pactaran en función de la inflación prevista, no de la pasada como sucedía hasta entonces. La propuesta de pacto también tenía un componente político pues pretendía asegurar un clima de paz social suficiente para discutir la nueva Constitución.
Según la Ley para la Reforma Política las Cortes elegidas el 15 de junio de 1977 no tenían expresamente el carácter de constituyentes. Sin embargo, como la ley derogaba de hecho el resto de Leyes Fundamentales del Reino se hacía necesario elaborar una Constitución que las sustituyera, por lo que las Cortes se comportaron como si fueran constituyentes, aunque sin poner en cuestión la Monarquía.
Finalmente el 31 de octubre de 1978 fue votado en el Congreso y en el Senado el proyecto de Constitución. En el Congreso votaron a favor 325 diputados, 6 en contra —cinco diputados de AP y el diputado de Euskadiko Ezkerra— y 14 se abstuvieron —los 8 diputados del PNV, más 6 de AP y del grupo mixto—.168 En el Senado la apoyaron 226 senadores y votaron en contra 5. La Constitución obtuvo así un enorme respaldo parlamentario.
El 6 de diciembre de 1978 la Constitución fue sometida a referéndum, siendo aprobada por el 88% de los votantes, y rechazada por el 8%, con una participación del 67,11 % del censo, diez puntos inferior a la del referéndum sobre la Ley para la Reforma Política, de dos años antes. En el País Vasco la campaña abstencionista promovida por el PNV tuvo éxito por lo que allí la Constitución fue aprobada solo por el 43,6% del censo electoral.169 También fue en el País Vasco donde se registró un mayor porcentaje de votos negativos (el 23,5%). Una situación diferente a la de Cataluña, donde el nivel de participación fue similar al del resto de España, y los votos afirmativos superaron el 90%.
La constitución de 1978, a diferencia de la de 1931, ha sido la única constitución española que fue refrendada y apoyada por el pueblo español mediante referéndum.
El 23 de febrero de 1981, un grupo de guardias civiles armados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero irrumpieron en el hemiciclo del Congreso de Diputados presidido por Landelino Lavilla cuando se estaba produciendo la segunda votación de la investidura de Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno. Tejero era un militar conocido por haber participado años antes en una conspiración involucionista llamada Operación Galaxia que pretendía tomar al asalto el Palacio de la Moncloa y por la que solo fue sancionado con un arresto de siete meses.
Después de disparar al aire, de ordenar «¡al suelo todo el mundo!» y de intentar derribar al teniente general Manuel Gutiérrez Mellado que se enfrentó a él, Tejero comunicó a los diputados que quedaban todos retenidos a la espera de la llegada de la «autoridad competente, militar por supuesto», como manifestó uno de los guardias civiles que estaban a sus órdenes.
A la una de la madrugada, el rey, vestido de capitán general como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, se dirigió al país condenando el golpe militar y defendiendo el sistema democrático. Fue «el momento decisivo para la derrota del golpe». Dos horas más tarde Milans del Bosch ordenaba la retirada de sus tropas y a la mañana del día siguiente Tejero se rendía, siendo liberados el gobierno y los diputados. El golpe del «23-F» había fracasado.
Los gobiernos de Felipe González (1982-1996) constituyen el segundo periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Durante cerca de catorce años gobernó Felipe González gracias a que su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ganó cuatro elecciones generales consecutivas (1982, 1986, 1989 y 1993), las tres primeras por mayoría absoluta.
Durante ese período se produjo la consolidación de la democracia —tras la transición democrática de 1975-1982—, la integración de España en la Comunidad Europea en 1986 (a partir de 1992, Unión Europea) y su transformación en una sociedad homologable a la de sus vecinos europeos.
En las elecciones generales del 3 de marzo de 1996 el Partido Popular obtuvo 156 escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que el PSOE se quedó en 141 diputados. La gran decepción por el resultado electoral se la llevó Izquierda Unida que esperaba acercarse al PSOE, e incluso superarle, y se tuvo que conformar con 21 diputados.
El PP ganó las elecciones, pero no por el amplio margen que se esperaba, pues solamente superó al PSOE en 300 000 votos —9,7 millones frente a 9,4 millones— y se quedó lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños. No obstante, el PP logró su objetivo de desalojar a los socialistas del poder, «después de intentarlo con denuedo durante más de una década».82 Así comenzó la etapa de los gobiernos de José María Aznar.
Los gobiernos de José María Aznar (1996-2004) constituyen el tercer periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Durante ocho años el Partido Popular (PP) ocupó el gobierno de España bajo la presidencia de José María Aznar. En su primer mandato (1996-2000), al no haber obtenido la mayoría absoluta, el PP tuvo que recurrir al apoyo de los nacionalistas catalanes de CiU para gobernar,1 pero en su segundo mandato (2000-2004) no tuvo necesidad de pactos al haber obtenido la mayoría absoluta en las elecciones generales de marzo de 2000.23
En esta segunda etapa de gobierno el PP se encontró con una mayor oposición por parte del PSOE que tras la elección de un nuevo equipo dirigente encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero superó por fin la larga crisis que había vivido tras las derrotas sucesivas de las elecciones de 1996 y de 2000.45 Asimismo entre 2000 y 2004 el PP tuvo que hacer frente a una mayor movilización social en contra de algunas de sus políticas —como la educativa o el Plan Hidrológico Nacional que preveía el trasvase del Ebro hacia Valencia, Murcia y Almería— que alcanzó su punto culminante el 20 de junio de 2002 con la huelga general que convocaron los dos grandes sindicatos CC OO y UGT para mostrar su rechazo al «decretazo» que preveía recortes en el subsidio de desempleo y que finalmente fue retirado. La movilización callejera continuó a causa de la gestión del gobierno de la catástrofe ecológica del petrolero Prestige —que en noviembre de 2002 sufrió la ruptura de su casco frente a las costas de Galicia produciéndose el vertido al mar de una parte del fuel-oil que transportaba y que en pocos días contaminó la costa gallega con toneladas de chapapote— y sobre todo por el rechazo a la guerra de Irak, apoyada por el gobierno de Aznar.
Los gobiernos de Rodríguez Zapatero (2004-2011) constituyen el cuarto periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Los cerca de ocho años en que gobernó en España José Luis Rodríguez Zapatero —lo que constituyó la segunda etapa de gobierno socialista del reinado, tras los gobiernos de Felipe González (1982-1996)— abarcaron dos legislaturas, que fueron muy diferentes entre sí.
«La primera legislatura estuvo centrada en grandes debates políticos en torno a los derechos civiles y sociales, el modelo territorial, la negociación con ETA y la memoria histórica; la segunda, en cambio, quedó marcada por la crisis económica, que se llevó por delante todos los proyectos del Gobierno. La actuación de Zapatero fue también muy diferente en cada caso. En la primera legislatura asumió enormes riesgos políticos, fue audaz y original en muchas de sus iniciativas y gracias a ello consiguió un respaldo abrumador entre los ciudadanos de izquierdas en 2008… En la segunda, Zapatero fue a remolque de los acontecimientos…». Así, según el politólogo Ignacio Sánchez Cuenca, la primera legislatura (2004-2008) fueron «años de cambios» y la segunda (2008-2011) «años de crisis».
Ante la pérdida de apoyos a su gobierno, el presidente Rodríguez Zapatero decidió adelantar las elecciones generales previstas para marzo de 2012 al 20 de noviembre de 2011. El resultado fue una victoria aplastante del Partido Popular que consiguió la mayoría absoluta —186 diputados, tres más que en la anterior mayoría absoluta del PP en las elecciones de 2000— mientras que el PSOE registró el peor resultado de todo el reinado de Juan Carlos I pues solo logró 110 diputados, perdiendo 59 de los que obtuvo en las elecciones de 2008.
El primer Gobierno Rajoy fue el Gobierno de España entre diciembre de 2011 y noviembre de 2016. Mariano Rajoy Brey fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Popular (PP) ganara por mayoría absoluta las elecciones generales de 2011 que dieron comienzo a la x legislatura de España.
El Gobierno cesó el 21 de diciembre de 2015 por la celebración de elecciones generales. Continuó en funciones durante toda la xi legislatura debido a que ningún candidato consiguió ser investido presidente del Gobierno durante la misma. El 26 de junio de 2016 se celebraron elecciones generales para la xii legislatura. El Gobierno continuó en funciones hasta el 4 de noviembre de 2016, día en que tomó posesión el Segundo Gobierno Rajoy.
El segundo Gobierno Rajoy fue el Gobierno de España entre noviembre de 2016 y junio de 2018. Mariano Rajoy Brey fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Popular (PP) ganara por mayoría simple las elecciones generales de 2016 que dieron comienzo a la XII legislatura de España.
El Gobierno cesó el 1 de junio de 2018 por la aprobación de la moción de censura contra Mariano Rajoy que invistió presidente del Gobierno a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Los ministros cesados permanecieron en funciones hasta el 7 de junio de 2018, día en que tomaron posesión los ministros entrantes del Gobierno Sánchez.
El Primer Gobierno Sánchez fue el Gobierno de España desde junio de 2018 hasta enero de 2020. Pedro Sánchez Pérez-Castejón fue investido presidente del Gobierno cuando el Congreso de los Diputados aprobó la moción de censura contra Mariano Rajoy en la xii legislatura de España.1 Los titulares de los departamentos ministeriales tomaron posesión el 7 de junio de 2018.
El Gobierno cesó el 30 de abril de 2019 por la celebración de elecciones generales. Continuó en funciones durante toda la XIII legislatura debido a que ningún candidato consiguió ser investido presidente del Gobierno durante la misma. El 10 de noviembre se celebraron elecciones generales para la XIV legislatura. El Gobierno continuó en funciones hasta el día 13 de enero de 2020, día en el que tomaron posesión los ministros entrantes del Segundo Gobierno Sánchez.
El Segundo Gobierno Sánchez es el actual Gobierno de España desde enero de 2020. Pedro Sánchez Pérez-Castejón fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganara por mayoría simple las elecciones generales de noviembre de 2019 que dieron comienzo a la xiv legislatura de España.
Tras el acuerdo de gobierno conjunto entre el PSOE y Unidas Podemos, el Segundo Gobierno Sánchez se convirtió en el primer gobierno central de coalición en la moderna historia democrática española, puesto que esta situación no tenía lugar desde la Segunda República. También pasó a ser el primer ejecutivo integrado por ministros del Partido Comunista de España desde ese mismo periodo.
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Tras la muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975, asumió interinamente el poder el Consejo de Regencia, formado por un teniente general, un arzobispo y un miembro del Movimiento Nacional, hasta que dos días después, el 22 de noviembre de 1975, el Príncipe de España Juan Carlos de Borbón, designado en julio de 1969 por el Caudillo como su sucesor «a título de rey», fue proclamado con el título de Juan Carlos I ante las Cortes franquistas.
Arias Navarro carecía de un plan de reforma del régimen franquista —en el Consejo Nacional del Movimiento llegó a declarar que en realidad el propósito de su gobierno era la continuidad del franquismo a través de una «democracia a la española»— y además pensaba que los cambios debían ser limitados como cuando el 28 de enero de 1976 dirigiéndose a los procuradores de las Cortes en la sesión de presentación de su gobierno les dijo: «Os corresponde la tarea de actualizar nuestras leyes e instituciones como Franco hubiera deseado»
El gobierno adoptó el programa que presentó Fraga Iribarne, —descartando la propuesta de Antonio Garrigues de convocar elecciones a Cortes Constituyentes— que consistía en alcanzar una democracia «liberal» que fuera homologable con la del resto de países europeos occidentales a partir de un proceso gradual y controlado desde el poder de cambios paulatinos de las «leyes fundamentales» franquistas. Por eso también fue conocido como «reforma en la continuidad» y su base de apoyo sería lo que entonces se llamó el «franquismo sociológico».
A principios de junio de 1976 el rey visitó Estados Unidos y en su discurso ante el Congreso, de cuyo contenido exacto no tuvo conocimiento Arias Navarro, ratificó su compromiso para dotar a España de una democracia plena.
A los pocos días Torcuato Fernández Miranda lograba que el Consejo del Reino incluyera entre los tres aspirantes a presidente del gobierno al «candidato del rey»: Adolfo Suárez, un «reformista azul» que no había destacado demasiado hasta entonces.
Adolfo Suárez formó un gobierno de jóvenes «reformistas» franquistas, en el que no incluyó a ninguna figura prominente, que contenía importantes novedades de lenguaje y de objetivos y que causó un enorme impacto en la mayoría de la población. Afirmó que su Gobierno no representaba opciones de partido sino que se constituía en «gestor legítimo para establecer un juego político abierto a todos» y que su meta era conseguir «que los Gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los españoles».
El gobierno de Suárez no había abordado la crisis económica iniciada en 1974 debido a la prioridad concedida al proceso de transición política. El nuevo ministro de Economía Fuentes Quintana propuso la firma de un gran «pacto social» que compensara con mejoras sociales y algunas reformas jurídico-políticas, defendidas por el entonces ministro de Justicia Landelino Lavilla —que incluían la despenalización del adulterio o de los anticonceptivos— las duras medidas de ajuste que se tenían que tomar para estabilizar la economía y reducir la inflación, considerada como el principal problema: la reducción del déficit público y el establecimiento de la norma de que las subidas salariales se pactaran en función de la inflación prevista, no de la pasada como sucedía hasta entonces. La propuesta de pacto también tenía un componente político pues pretendía asegurar un clima de paz social suficiente para discutir la nueva Constitución.
Según la Ley para la Reforma Política las Cortes elegidas el 15 de junio de 1977 no tenían expresamente el carácter de constituyentes. Sin embargo, como la ley derogaba de hecho el resto de Leyes Fundamentales del Reino se hacía necesario elaborar una Constitución que las sustituyera, por lo que las Cortes se comportaron como si fueran constituyentes, aunque sin poner en cuestión la Monarquía.
Finalmente el 31 de octubre de 1978 fue votado en el Congreso y en el Senado el proyecto de Constitución. En el Congreso votaron a favor 325 diputados, 6 en contra —cinco diputados de AP y el diputado de Euskadiko Ezkerra— y 14 se abstuvieron —los 8 diputados del PNV, más 6 de AP y del grupo mixto—.168 En el Senado la apoyaron 226 senadores y votaron en contra 5. La Constitución obtuvo así un enorme respaldo parlamentario.
El 6 de diciembre de 1978 la Constitución fue sometida a referéndum, siendo aprobada por el 88% de los votantes, y rechazada por el 8%, con una participación del 67,11 % del censo, diez puntos inferior a la del referéndum sobre la Ley para la Reforma Política, de dos años antes. En el País Vasco la campaña abstencionista promovida por el PNV tuvo éxito por lo que allí la Constitución fue aprobada solo por el 43,6% del censo electoral.169 También fue en el País Vasco donde se registró un mayor porcentaje de votos negativos (el 23,5%). Una situación diferente a la de Cataluña, donde el nivel de participación fue similar al del resto de España, y los votos afirmativos superaron el 90%.
La constitución de 1978, a diferencia de la de 1931, ha sido la única constitución española que fue refrendada y apoyada por el pueblo español mediante referéndum.
El 23 de febrero de 1981, un grupo de guardias civiles armados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero irrumpieron en el hemiciclo del Congreso de Diputados presidido por Landelino Lavilla cuando se estaba produciendo la segunda votación de la investidura de Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno. Tejero era un militar conocido por haber participado años antes en una conspiración involucionista llamada Operación Galaxia que pretendía tomar al asalto el Palacio de la Moncloa y por la que solo fue sancionado con un arresto de siete meses.
Después de disparar al aire, de ordenar «¡al suelo todo el mundo!» y de intentar derribar al teniente general Manuel Gutiérrez Mellado que se enfrentó a él, Tejero comunicó a los diputados que quedaban todos retenidos a la espera de la llegada de la «autoridad competente, militar por supuesto», como manifestó uno de los guardias civiles que estaban a sus órdenes.
A la una de la madrugada, el rey, vestido de capitán general como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, se dirigió al país condenando el golpe militar y defendiendo el sistema democrático. Fue «el momento decisivo para la derrota del golpe». Dos horas más tarde Milans del Bosch ordenaba la retirada de sus tropas y a la mañana del día siguiente Tejero se rendía, siendo liberados el gobierno y los diputados. El golpe del «23-F» había fracasado.
Los gobiernos de Felipe González (1982-1996) constituyen el segundo periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Durante cerca de catorce años gobernó Felipe González gracias a que su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ganó cuatro elecciones generales consecutivas (1982, 1986, 1989 y 1993), las tres primeras por mayoría absoluta.
Durante ese período se produjo la consolidación de la democracia —tras la transición democrática de 1975-1982—, la integración de España en la Comunidad Europea en 1986 (a partir de 1992, Unión Europea) y su transformación en una sociedad homologable a la de sus vecinos europeos.
En las elecciones generales del 3 de marzo de 1996 el Partido Popular obtuvo 156 escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que el PSOE se quedó en 141 diputados. La gran decepción por el resultado electoral se la llevó Izquierda Unida que esperaba acercarse al PSOE, e incluso superarle, y se tuvo que conformar con 21 diputados.
El PP ganó las elecciones, pero no por el amplio margen que se esperaba, pues solamente superó al PSOE en 300 000 votos —9,7 millones frente a 9,4 millones— y se quedó lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños. No obstante, el PP logró su objetivo de desalojar a los socialistas del poder, «después de intentarlo con denuedo durante más de una década».82 Así comenzó la etapa de los gobiernos de José María Aznar.
Los gobiernos de José María Aznar (1996-2004) constituyen el tercer periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Durante ocho años el Partido Popular (PP) ocupó el gobierno de España bajo la presidencia de José María Aznar. En su primer mandato (1996-2000), al no haber obtenido la mayoría absoluta, el PP tuvo que recurrir al apoyo de los nacionalistas catalanes de CiU para gobernar,1 pero en su segundo mandato (2000-2004) no tuvo necesidad de pactos al haber obtenido la mayoría absoluta en las elecciones generales de marzo de 2000.23
En esta segunda etapa de gobierno el PP se encontró con una mayor oposición por parte del PSOE que tras la elección de un nuevo equipo dirigente encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero superó por fin la larga crisis que había vivido tras las derrotas sucesivas de las elecciones de 1996 y de 2000.45 Asimismo entre 2000 y 2004 el PP tuvo que hacer frente a una mayor movilización social en contra de algunas de sus políticas —como la educativa o el Plan Hidrológico Nacional que preveía el trasvase del Ebro hacia Valencia, Murcia y Almería— que alcanzó su punto culminante el 20 de junio de 2002 con la huelga general que convocaron los dos grandes sindicatos CC OO y UGT para mostrar su rechazo al «decretazo» que preveía recortes en el subsidio de desempleo y que finalmente fue retirado. La movilización callejera continuó a causa de la gestión del gobierno de la catástrofe ecológica del petrolero Prestige —que en noviembre de 2002 sufrió la ruptura de su casco frente a las costas de Galicia produciéndose el vertido al mar de una parte del fuel-oil que transportaba y que en pocos días contaminó la costa gallega con toneladas de chapapote— y sobre todo por el rechazo a la guerra de Irak, apoyada por el gobierno de Aznar.
Los gobiernos de Rodríguez Zapatero (2004-2011) constituyen el cuarto periodo del reinado de Juan Carlos I de España. Los cerca de ocho años en que gobernó en España José Luis Rodríguez Zapatero —lo que constituyó la segunda etapa de gobierno socialista del reinado, tras los gobiernos de Felipe González (1982-1996)— abarcaron dos legislaturas, que fueron muy diferentes entre sí.
«La primera legislatura estuvo centrada en grandes debates políticos en torno a los derechos civiles y sociales, el modelo territorial, la negociación con ETA y la memoria histórica; la segunda, en cambio, quedó marcada por la crisis económica, que se llevó por delante todos los proyectos del Gobierno. La actuación de Zapatero fue también muy diferente en cada caso. En la primera legislatura asumió enormes riesgos políticos, fue audaz y original en muchas de sus iniciativas y gracias a ello consiguió un respaldo abrumador entre los ciudadanos de izquierdas en 2008… En la segunda, Zapatero fue a remolque de los acontecimientos…». Así, según el politólogo Ignacio Sánchez Cuenca, la primera legislatura (2004-2008) fueron «años de cambios» y la segunda (2008-2011) «años de crisis».
Ante la pérdida de apoyos a su gobierno, el presidente Rodríguez Zapatero decidió adelantar las elecciones generales previstas para marzo de 2012 al 20 de noviembre de 2011. El resultado fue una victoria aplastante del Partido Popular que consiguió la mayoría absoluta —186 diputados, tres más que en la anterior mayoría absoluta del PP en las elecciones de 2000— mientras que el PSOE registró el peor resultado de todo el reinado de Juan Carlos I pues solo logró 110 diputados, perdiendo 59 de los que obtuvo en las elecciones de 2008.
El primer Gobierno Rajoy fue el Gobierno de España entre diciembre de 2011 y noviembre de 2016. Mariano Rajoy Brey fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Popular (PP) ganara por mayoría absoluta las elecciones generales de 2011 que dieron comienzo a la x legislatura de España.
El Gobierno cesó el 21 de diciembre de 2015 por la celebración de elecciones generales. Continuó en funciones durante toda la xi legislatura debido a que ningún candidato consiguió ser investido presidente del Gobierno durante la misma. El 26 de junio de 2016 se celebraron elecciones generales para la xii legislatura. El Gobierno continuó en funciones hasta el 4 de noviembre de 2016, día en que tomó posesión el Segundo Gobierno Rajoy.
El segundo Gobierno Rajoy fue el Gobierno de España entre noviembre de 2016 y junio de 2018. Mariano Rajoy Brey fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Popular (PP) ganara por mayoría simple las elecciones generales de 2016 que dieron comienzo a la XII legislatura de España.
El Gobierno cesó el 1 de junio de 2018 por la aprobación de la moción de censura contra Mariano Rajoy que invistió presidente del Gobierno a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Los ministros cesados permanecieron en funciones hasta el 7 de junio de 2018, día en que tomaron posesión los ministros entrantes del Gobierno Sánchez.
El Primer Gobierno Sánchez fue el Gobierno de España desde junio de 2018 hasta enero de 2020. Pedro Sánchez Pérez-Castejón fue investido presidente del Gobierno cuando el Congreso de los Diputados aprobó la moción de censura contra Mariano Rajoy en la xii legislatura de España.1 Los titulares de los departamentos ministeriales tomaron posesión el 7 de junio de 2018.
El Gobierno cesó el 30 de abril de 2019 por la celebración de elecciones generales. Continuó en funciones durante toda la XIII legislatura debido a que ningún candidato consiguió ser investido presidente del Gobierno durante la misma. El 10 de noviembre se celebraron elecciones generales para la XIV legislatura. El Gobierno continuó en funciones hasta el día 13 de enero de 2020, día en el que tomaron posesión los ministros entrantes del Segundo Gobierno Sánchez.
El Segundo Gobierno Sánchez es el actual Gobierno de España desde enero de 2020. Pedro Sánchez Pérez-Castejón fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganara por mayoría simple las elecciones generales de noviembre de 2019 que dieron comienzo a la xiv legislatura de España.
Tras el acuerdo de gobierno conjunto entre el PSOE y Unidas Podemos, el Segundo Gobierno Sánchez se convirtió en el primer gobierno central de coalición en la moderna historia democrática española, puesto que esta situación no tenía lugar desde la Segunda República. También pasó a ser el primer ejecutivo integrado por ministros del Partido Comunista de España desde ese mismo periodo.
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