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La nutrición vegetal es el conjunto de procesos mediante los cuales los vegetales toman sustancias del exterior para sintetizar sus componentes celulares o usarlas como fuente de energía. Las plantas son autótrofas, y necesitan captar materia inorgánica del medio, mediante raíces y hojas, para fabricar su propia materia orgánica.
Las raíces, el tallo y las hojas son los órganos de nutrición de los vegetales vascularizados: constituyen el aparato vegetativo. Las plantas toman del suelo agua y sales minerales disueltas a través de unas células que están en los pelos radicales, en los extremos de la raíz. A esta mezcla de agua y sales minerales que absorbe la planta se le llama savia bruta (ocurre que las raíces se asocian a hongos para absorber mejor la solución del suelo, se habla entonces de micorriza). La savia bruta circula hacia las hojas a través de un conjunto de vasos conductores llamado xilema.
Además, las plantas captan dióxido de carbono procedente del aire que entra a las hojas a través de los estomas, unos poros de la cara inferior de las hojas. Los estomas están formados por dos células oclusivas que regulan el paso de gases por el orificio que hay entre ellas. En las hojas se efectúa la fotosíntesis, esto quiere decir que la planta recibe aminoácidos y azúcares que constituyen la savia elaborada. Bajo las hojas, los estomas permiten la evaporación de una parte del agua absorbida
(oxígeno: O2) y la absorción de dióxido de carbono (CO2).
Basándose en el contenido de cada nutrimento dentro del tejido vegetal, se pueden clasificar en dos tipos; macronutrientes y micronutrientes.
Los macronutrientes se caracterizan por sus concentraciones superiores al 0.1% de la materia seca. Los tres elementos que se encuentran en mayor concentración son el carbono, el hidrógeno y el oxígeno; los cuales se toman del agua y de la atmósfera. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son llamados macronutrientes primarios y es muy frecuente fertilizar con esos nutrientes. Los macronutrientes secundarios son el calcio, el magnesio y el azufre. La presencia de una cantidad suficiente de elementos nutritivos en el suelo no garantiza por sí misma la correcta nutrición de las plantas, pues estos elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su asimilabilidad por la vegetación. En síntesis, se puede decir que una cantidad suficiente y una adecuada disponibilidad de estos nutrientes en el suelo son fundamentales para el correcto desarrollo de la vegetación.
Los micronutrientes llamados también oligoelementos no sobrepasan el 0.01% de la materia seca. Son el cloro, el hierro, el boro, el manganeso, el zinc, el cobre, el níquel y el molibdeno. Todos los mencionados cumplen en todas las especies vegetales con los criterios de esencialidad mencionados anteriormente. Existen otros elementos benéficos que pueden ser esenciales para algunos cultivos; tales como el sodio, el silicio o el cobalto.
La savia elaborada es transportada mediante el floema de forma basípeta (desde su lugar de formación, hojas y tallos verdes, hacia la raíz) y está compuesta principalmente por agua, azúcares, fitorreguladores y minerales disueltos. El transporte de la savia en el floema se produce desde las fuentes (el lugar donde los carbohidratos se producen y almacenan) hacia los destinos (lugares de la planta donde los carbohidratos se utilizan):. La hipótesis de flujo de presión es el mecanismo generalmente aceptado para explicar el transporte floemático.
La fotosíntesis es el proceso por el que las plantas fabrican materia orgánica a partir de agua y sales minerales, que toman por las raíces, y dióxido de carbono que entra por las hojas (materia inorgánica), utilizando la energía luminosa del sol, y liberando O2 como desecho.
Para transformar la materia inorgánica en orgánica necesitan la energía procedente de la luz del Sol. Los organismos autótrofos fotosintéticos captan la energía mediante la clorofila, un pigmento de color verde que está en los cloroplastos de las células vegetales que utilizan la energía de la luz solar para transformar la materia inorgánica (savia bruta) en materia orgánica (savia elaborada). Obtienen glúcidos sencillos, como la glucosa, y liberan oxígeno a la atmósfera que pueden utilizar los seres vivos para respirar. Los glúcidos producidos, junto con agua, forman la savia elaborada que va a todas las partes de la planta a través de los vasos que forman el floema.
La materia orgánica obtenida en la fotosíntesis se utiliza para crear nuevas estructuras y para obtener energía mediante la respiración celular.
Texto: biologia-geologia.com y wikipedia
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Compartir igual 4.0
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La nutrición vegetal es el conjunto de procesos mediante los cuales los vegetales toman sustancias del exterior para sintetizar sus componentes celulares o usarlas como fuente de energía. Las plantas son autótrofas, y necesitan captar materia inorgánica del medio, mediante raíces y hojas, para fabricar su propia materia orgánica.
Las raíces, el tallo y las hojas son los órganos de nutrición de los vegetales vascularizados: constituyen el aparato vegetativo. Las plantas toman del suelo agua y sales minerales disueltas a través de unas células que están en los pelos radicales, en los extremos de la raíz. A esta mezcla de agua y sales minerales que absorbe la planta se le llama savia bruta (ocurre que las raíces se asocian a hongos para absorber mejor la solución del suelo, se habla entonces de micorriza). La savia bruta circula hacia las hojas a través de un conjunto de vasos conductores llamado xilema.
Además, las plantas captan dióxido de carbono procedente del aire que entra a las hojas a través de los estomas, unos poros de la cara inferior de las hojas. Los estomas están formados por dos células oclusivas que regulan el paso de gases por el orificio que hay entre ellas. En las hojas se efectúa la fotosíntesis, esto quiere decir que la planta recibe aminoácidos y azúcares que constituyen la savia elaborada. Bajo las hojas, los estomas permiten la evaporación de una parte del agua absorbida
(oxígeno: O2) y la absorción de dióxido de carbono (CO2).
Basándose en el contenido de cada nutrimento dentro del tejido vegetal, se pueden clasificar en dos tipos; macronutrientes y micronutrientes.
Los macronutrientes se caracterizan por sus concentraciones superiores al 0.1% de la materia seca. Los tres elementos que se encuentran en mayor concentración son el carbono, el hidrógeno y el oxígeno; los cuales se toman del agua y de la atmósfera. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son llamados macronutrientes primarios y es muy frecuente fertilizar con esos nutrientes. Los macronutrientes secundarios son el calcio, el magnesio y el azufre. La presencia de una cantidad suficiente de elementos nutritivos en el suelo no garantiza por sí misma la correcta nutrición de las plantas, pues estos elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su asimilabilidad por la vegetación. En síntesis, se puede decir que una cantidad suficiente y una adecuada disponibilidad de estos nutrientes en el suelo son fundamentales para el correcto desarrollo de la vegetación.
Los micronutrientes llamados también oligoelementos no sobrepasan el 0.01% de la materia seca. Son el cloro, el hierro, el boro, el manganeso, el zinc, el cobre, el níquel y el molibdeno. Todos los mencionados cumplen en todas las especies vegetales con los criterios de esencialidad mencionados anteriormente. Existen otros elementos benéficos que pueden ser esenciales para algunos cultivos; tales como el sodio, el silicio o el cobalto.
La savia elaborada es transportada mediante el floema de forma basípeta (desde su lugar de formación, hojas y tallos verdes, hacia la raíz) y está compuesta principalmente por agua, azúcares, fitorreguladores y minerales disueltos. El transporte de la savia en el floema se produce desde las fuentes (el lugar donde los carbohidratos se producen y almacenan) hacia los destinos (lugares de la planta donde los carbohidratos se utilizan:). La hipótesis de flujo de presión es el mecanismo generalmente aceptado para explicar el transporte floemático.
La fotosíntesis es el proceso por el que las plantas fabrican materia orgánica a partir de agua y sales minerales, que toman por las raíces, y dióxido de carbono que entra por las hojas (materia inorgánica), utilizando la energía luminosa del sol, y liberando O2 como desecho.
Para transformar la materia inorgánica en orgánica necesitan la energía procedente de la luz del Sol. Los organismos autótrofos fotosintéticos captan la energía mediante la clorofila, un pigmento de color verde que está en los cloroplastos de las células vegetales que utilizan la energía de la luz solar para transformar la materia inorgánica (savia bruta) en materia orgánica (savia elaborada). Obtienen glúcidos sencillos, como la glucosa, y liberan oxígeno a la atmósfera que pueden utilizar los seres vivos para respirar. Los glúcidos producidos, junto con agua, forman la savia elaborada que va a todas las partes de la planta a través de los vasos que forman el floema.
La materia orgánica obtenida en la fotosíntesis se utiliza para crear nuevas estructuras y para obtener energía mediante la respiración celular.
Texto: biologia-geologia.com y wikipedia
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