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La Neofiguración o Pintura Neofigurativa es un movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XX, caracterizado por una vuelta a la pintura figurativa frente a la abstracción, aunque los pintores tratan el tema de una manera informal y expresionista. Surge como reacción al arte abstracto tras la Segunda Guerra Mundial, en especial durante los años 1950 y 1960.
El término «neo-» y «figurativo» surgió en los años sesenta en Argentina, México, Venezuela y España para representar una nueva forma de arte figurativo. En España se desarrolló hasta el año 1965, momento en el que se pasó a la figuración narrativa.
La nueva figuración preconizaba un retorno al objeto y a la realidad cotidiana. Se vuelve a representar la realidad («iconocidad»), en particular la figura humana, pero con las técnicas del informalismo. Suele tener un sentido de denuncia social. Se aprecian tendencias expresionistas, en la que se adoptan formas orgánicas deformadas o monstruosas, como las obras de Francis Bacon, compuestas de manera desordenada (grupo Cobra).
Se desarrollaron dos orientaciones de este movimiento: la caracterizada por el análisis de la imagen y de sus estructuras (Adami, Raysse, Klasen, Proweller) y la centrada en la realidad social y política contemporánea (Arroyo, Equipo Crónica, Canogar, Aillaud, Parré).
También se habla de:
El pintor más representativo es el irlandés Francis Bacon, quien retrata la soledad, el horror y la angustia contemporáneas en sus figuras aisladas y deformes. Ejemplo: Estudios sobre el retrato del papa Inocencio X, de Velázquez.
Entre los artistas neofigurativos se encuentran Jorge Figueroa Acosta, Fernando Botero, Jacobo Borges, Alirio Rodriguez, Jose Luis Cuevas el Grupo Hondo (España), Antonio Berni, Verónica Ruiz de Velasco y Oswaldo Viteri, Clara Patricia Cano C., y los escultores Juan Antonio Palomo, Alirio Palacios y Josep Maria Subirachs.
Derivaciones de esta tendencia son los pintores realistas del grupo alemán Zebra y los muchos hiperrealistas estadounidenses.
El arte pop es comúnmente interpretado como una reacción a los entonces dominantes ideales del Expresionismo abstracto. De cualquier forma, el arte pop también es la continuación de ciertos aspectos del expresionismo abstracto, tal como la creencia en las posibilidades de hacer arte, sobre todo en obras de grandes proporciones. Del mismo modo, el arte pop era una extensión como un repudio del Dadaísmo. Mientras que el arte pop y el dadaísmo exploraban los mismos sujetos, el arte pop reemplazaba los impulsos destructivos, satíricos y anárquicos del movimiento Dada. Entre los artistas considerados como precursores del movimiento pop están Marcel Duchamp, Kurt Schwitters, Man Ray, Max Ernst y Jean Arp.
El movimiento como tal surgió a mediados de los años 1950 en el Reino Unido y a principios de los años 1960 en los Estados Unidos. con diferentes motivaciones. En Estados Unidos marcó el regreso del dibujo del tipo Hard edge (traducido como «dibujo de contornos nítidos») y del arte representacional como una respuesta de los artistas al utilizar la realidad mundana e impersonal, la ironía y la parodia para contrarrestar el simbolismo personal del expresionismo abstracto. En contraste, el origen en la Bretaña de la posguerra, aunque también utilizaba la ironía y la parodia, era más académico y se enfocaba en la imaginería dinámica y paradójica de la cultura popular estadounidense, la cual estaba formada por un conjunto de mecanismos fuertes y manipuladores que estaban afectando los patrones de la vida, mientras mejoraban la prosperidad de la sociedad. El arte pop temprano de Inglaterra se puede considerar entonces como una serie de ideas alimentadas por la cultura popular estadounidense vista desde lejos, mientras que los artistas estadounidenses estaban comprometidos con los derechos civiles, por la participación y por protestar en contra de la Guerra de Vietnam; estos mismos rechazaban el consumismo y los valores conservadores. Muchos artistas adoptaron técnicas mecánicas de imprenta para reflejar el mundo contemporáneo y distribuir su arte en masa.
La mayoría de las obras de este estilo son consideradas incongruentes debido a que las prácticas conceptuales que generalmente son utilizadas hacen que sean de una difícil comprensión. El concepto del Arte Pop no hace tanto énfasis al arte en sí, sino a las actitudes que lo conducen.
El movimiento urbano que constituye el arte pop, al contrario que el Expresionismo abstracto, pretende unir arte y vida mediante el enfriamiento de las emociones. Tiene el propósito de reflejar la superficialidad de los elementos de la cultura de masas en sus obras, es decir, coge productos de consumo accesibles para todos y los representa. Con esto se destaca la inexpresión y la impersonalidad del objeto, alejándose de cualquier tipo de subjetividad del artista.
Por otro lado, la repetición es una característica que abunda en este movimiento ya que en los medios de comunicación se usa como método tanto como para crear iconos como para anestesiar a la sociedad sobre problemas graves. Por lo tanto, en este punto de la historia del arte, el arte ya no imita la vida, sino que es la vida que imita el arte o la imagen.
El hiperrealismo actual se fundó en los principios estéticos del fotorrealismo. El pintor estadounidense Denis Peterson, cuyas obras pioneras son universalmente vistas como una rama del fotorrealismo, utilizó por primera vez el término "hiperrealismo" para aplicar al nuevo movimiento y su grupo desidente de artistas.
Graham Thompson escribió: "Una demostración de cómo la fotografía se asimiló al mundo del arte es el éxito de la pintura fotorrealista a finales de los años 1960 y principios de los 70. También se llama super realismo o hiperrealismo y pintores como Richard Estes, Denis Peterson, Audrey Flack y Chuck Close trabajaron a menudo de fotografías para crear pinturas que parecían ser fotografías".
Sin embargo, el hiperrealismo se contrasta con el enfoque literal encontrado en las pinturas fotorrealistas tradicionales de finales del siglo XX. Los pintores y escultores hiperrealistas utilizan imágenes fotográficas como fuente de referencia para crear una representación más definitiva y detallada, que a menudo, a diferencia del fotorrealismo, es narrativa y emotiva en sus representaciones. Los pintores fotorrealistas estrictos tendían a imitar las imágenes fotográficas, omitiendo o abstrayendo ciertos detalles finitos para mantener un diseño pictórico consistente en general. A menudo omitieron la emoción humana, el valor político y los elementos narrativos. Desde que evolucionó desde el Arte Pop, el estilo fotorrealista de la pintura fue singularmente ajustado, preciso y agudamente mecánico, con énfasis en las imágenes mundanas y cotidianas.
El hiperrealismo, aunque fotográfico en esencia, a menudo implica un enfoque más suave, mucho más complejo en el tema representado, presentándolo como un objeto vivo, tangible. Estos objetos y escenas en las pinturas y esculturas del hiperrealismo se detallan meticulosamente para crear la ilusión de una realidad no vista en la foto original. Esto no quiere decir que sean surrealistas, ya que la ilusión es una representación convincente de la realidad (simulada). Las texturas, las superficies, los efectos de iluminación y las sombras aparecen más claras y más claras que la foto de referencia o incluso el propio sujeto.
Con respecto a la escultura hiperrealista estadounidense hay que destacar a Duane Hanson, que reproduce a tamaño natural personajes sacados de las clases trabajadoras, y a Segal que emplea la misma técnica que Hanson: vaciado de yeso de los modelos, relleno de los moldes con fibra de vidrio y poliéster, ensamblaje de las partes y pintado en color carne; la pieza se termina vistiéndola con ropas usadas. John de Andrea esculpe desnudos de un hiperrealismo tan acusado que parecen personas reales, al igual que Nancy Graves hace con sus esculturas de camellos.
En el caso español, algunas de las figuras más relevantes del hiperrealismo serían los pintores Antonio López, Eduardo Naranjo o Gregorio Palomo.
En el mercado del arte actual, las figuras más consolidadas por su trayectoria son el chileno Claudio Bravo, quien mediante sus bodegones, dibujos y, especialmente, su serie de pinturas de telas, paquetes y papeles, ha logrado reinventar el hiperrealismo, dándole una condición casi metafísica; y el argentino Enrique Sobisch, radicado y fallecido en Madrid, cuyas obras, de gran perfección artística, compiten con la instantánea fotográfica.
El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento. Está principalmente representado en el campo de la escultura donde uno de los recursos son los componentes móviles de las obras. Pictóricamente, el arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas.
Las primeras manifestaciones de arte cinético se dan en los años 1910, en el movimiento futurista y en ciertas obras de Marcel Duchamp. Más adelante Alexander Calder inventó el móvil, un tipo de escultura formada por alambre y pequeñas piezas de metal suspendidas que son movidas ligeramente por el desplazamiento del aire en el ambiente. La expresión arte cinético es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por el viento, los espectadores y/o un mecanismo motorizado.
El arte cinético fue una corriente muy de moda desde la mitad de los 60 hasta mediados de los 70.
Es una tendencia de las pinturas y las esculturas contemporáneas creadas para producir una impresión de movimiento. El nombre tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación que existe entre los cuerpos y las fuerzas que sobre ellos actúan. Este término apareció por primera vez en 1920 cuando Naum Gabo en su Manifiesto Realista rechazó “el error heredado ya del arte egipcio, que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación plástica” y quiso reemplazarlos por los ritmos cinéticos: “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”. Utilizó esta expresión coincidiendo con su primera obra cinética, que era una varilla de acero movida por un motor y da valor al término utilizado hasta ese momento en la física mecánica y en la ciencia, pero comienza a utilizarse de forma habitual a partir del año 1955.
Hoy en día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban (un ejemplo pueden ser los anuncios luminosos). También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.
Las características de este tipo de arte son:
Texto: wikipedia
Imagen:
La Neofiguración o Pintura Neofigurativa es un movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XX, caracterizado por una vuelta a la pintura figurativa frente a la abstracción, aunque los pintores tratan el tema de una manera informal y expresionista. Surge como reacción al arte abstracto tras la Segunda Guerra Mundial, en especial durante los años 1950 y 1960.
El término «neo-» y «figurativo» surgió en los años sesenta en Argentina, México, Venezuela y España para representar una nueva forma de arte figurativo. En España se desarrolló hasta el año 1965, momento en el que se pasó a la figuración narrativa.
La nueva figuración preconizaba un retorno al objeto y a la realidad cotidiana. Se vuelve a representar la realidad («iconocidad»), en particular la figura humana, pero con las técnicas del informalismo. Suele tener un sentido de denuncia social. Se aprecian tendencias expresionistas, en la que se adoptan formas orgánicas deformadas o monstruosas, como las obras de Francis Bacon, compuestas de manera desordenada (grupo Cobra).
Se desarrollaron dos orientaciones de este movimiento: la caracterizada por el análisis de la imagen y de sus estructuras (Adami, Raysse, Klasen, Proweller) y la centrada en la realidad social y política contemporánea (Arroyo, Equipo Crónica, Canogar, Aillaud, Parré).
También se habla de:
El pintor más representativo es el irlandés Francis Bacon, quien retrata la soledad, el horror y la angustia contemporáneas en sus figuras aisladas y deformes. Ejemplo: Estudios sobre el retrato del papa Inocencio X, de Velázquez.
Entre los artistas neofigurativos se encuentran Jorge Figueroa Acosta, Fernando Botero, Jacobo Borges, Alirio Rodriguez, Jose Luis Cuevas el Grupo Hondo (España), Antonio Berni, Verónica Ruiz de Velasco y Oswaldo Viteri, Clara Patricia Cano C., y los escultores Juan Antonio Palomo, Alirio Palacios y Josep Maria Subirachs.
Derivaciones de esta tendencia son los pintores realistas del grupo alemán Zebra y los muchos hiperrealistas estadounidenses.
El arte pop es comúnmente interpretado como una reacción a los entonces dominantes ideales del Expresionismo abstracto. De cualquier forma, el arte pop también es la continuación de ciertos aspectos del expresionismo abstracto, tal como la creencia en las posibilidades de hacer arte, sobre todo en obras de grandes proporciones. Del mismo modo, el arte pop era una extensión como un repudio del Dadaísmo. Mientras que el arte pop y el dadaísmo exploraban los mismos sujetos, el arte pop reemplazaba los impulsos destructivos, satíricos y anárquicos del movimiento Dada. Entre los artistas considerados como precursores del movimiento pop están Marcel Duchamp, Kurt Schwitters, Man Ray, Max Ernst y Jean Arp.
El movimiento como tal surgió a mediados de los años 1950 en el Reino Unido y a principios de los años 1960 en los Estados Unidos. con diferentes motivaciones. En Estados Unidos marcó el regreso del dibujo del tipo Hard edge (traducido como «dibujo de contornos nítidos») y del arte representacional como una respuesta de los artistas al utilizar la realidad mundana e impersonal, la ironía y la parodia para contrarrestar el simbolismo personal del expresionismo abstracto. En contraste, el origen en la Bretaña de la posguerra, aunque también utilizaba la ironía y la parodia, era más académico y se enfocaba en la imaginería dinámica y paradójica de la cultura popular estadounidense, la cual estaba formada por un conjunto de mecanismos fuertes y manipuladores que estaban afectando los patrones de la vida, mientras mejoraban la prosperidad de la sociedad. El arte pop temprano de Inglaterra se puede considerar entonces como una serie de ideas alimentadas por la cultura popular estadounidense vista desde lejos, mientras que los artistas estadounidenses estaban comprometidos con los derechos civiles, por la participación y por protestar en contra de la Guerra de Vietnam; estos mismos rechazaban el consumismo y los valores conservadores. Muchos artistas adoptaron técnicas mecánicas de imprenta para reflejar el mundo contemporáneo y distribuir su arte en masa.
La mayoría de las obras de este estilo son consideradas incongruentes debido a que las prácticas conceptuales que generalmente son utilizadas hacen que sean de una difícil comprensión. El concepto del Arte Pop no hace tanto énfasis al arte en sí, sino a las actitudes que lo conducen.
El movimiento urbano que constituye el arte pop, al contrario que el Expresionismo abstracto, pretende unir arte y vida mediante el enfriamiento de las emociones. Tiene el propósito de reflejar la superficialidad de los elementos de la cultura de masas en sus obras, es decir, coge productos de consumo accesibles para todos y los representa. Con esto se destaca la inexpresión y la impersonalidad del objeto, alejándose de cualquier tipo de subjetividad del artista.
Por otro lado, la repetición es una característica que abunda en este movimiento ya que en los medios de comunicación se usa como método tanto como para crear iconos como para anestesiar a la sociedad sobre problemas graves. Por lo tanto, en este punto de la historia del arte, el arte ya no imita la vida, sino que es la vida que imita el arte o la imagen.
El hiperrealismo actual se fundó en los principios estéticos del fotorrealismo. El pintor estadounidense Denis Peterson, cuyas obras pioneras son universalmente vistas como una rama del fotorrealismo, utilizó por primera vez el término "hiperrealismo" para aplicar al nuevo movimiento y su grupo desidente de artistas.
Graham Thompson escribió: "Una demostración de cómo la fotografía se asimiló al mundo del arte es el éxito de la pintura fotorrealista a finales de los años 1960 y principios de los 70. También se llama super realismo o hiperrealismo y pintores como Richard Estes, Denis Peterson, Audrey Flack y Chuck Close trabajaron a menudo de fotografías para crear pinturas que parecían ser fotografías".
Sin embargo, el hiperrealismo se contrasta con el enfoque literal encontrado en las pinturas fotorrealistas tradicionales de finales del siglo XX. Los pintores y escultores hiperrealistas utilizan imágenes fotográficas como fuente de referencia para crear una representación más definitiva y detallada, que a menudo, a diferencia del fotorrealismo, es narrativa y emotiva en sus representaciones. Los pintores fotorrealistas estrictos tendían a imitar las imágenes fotográficas, omitiendo o abstrayendo ciertos detalles finitos para mantener un diseño pictórico consistente en general. A menudo omitieron la emoción humana, el valor político y los elementos narrativos. Desde que evolucionó desde el Arte Pop, el estilo fotorrealista de la pintura fue singularmente ajustado, preciso y agudamente mecánico, con énfasis en las imágenes mundanas y cotidianas.
El hiperrealismo, aunque fotográfico en esencia, a menudo implica un enfoque más suave, mucho más complejo en el tema representado, presentándolo como un objeto vivo, tangible. Estos objetos y escenas en las pinturas y esculturas del hiperrealismo se detallan meticulosamente para crear la ilusión de una realidad no vista en la foto original. Esto no quiere decir que sean surrealistas, ya que la ilusión es una representación convincente de la realidad (simulada). Las texturas, las superficies, los efectos de iluminación y las sombras aparecen más claras y más claras que la foto de referencia o incluso el propio sujeto.
Con respecto a la escultura hiperrealista estadounidense hay que destacar a Duane Hanson, que reproduce a tamaño natural personajes sacados de las clases trabajadoras, y a Segal que emplea la misma técnica que Hanson: vaciado de yeso de los modelos, relleno de los moldes con fibra de vidrio y poliéster, ensamblaje de las partes y pintado en color carne; la pieza se termina vistiéndola con ropas usadas. John de Andrea esculpe desnudos de un hiperrealismo tan acusado que parecen personas reales, al igual que Nancy Graves hace con sus esculturas de camellos.
En el caso español, algunas de las figuras más relevantes del hiperrealismo serían los pintores Antonio López, Eduardo Naranjo o Gregorio Palomo.
En el mercado del arte actual, las figuras más consolidadas por su trayectoria son el chileno Claudio Bravo, quien mediante sus bodegones, dibujos y, especialmente, su serie de pinturas de telas, paquetes y papeles, ha logrado reinventar el hiperrealismo, dándole una condición casi metafísica; y el argentino Enrique Sobisch, radicado y fallecido en Madrid, cuyas obras, de gran perfección artística, compiten con la instantánea fotográfica.
El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento. Está principalmente representado en el campo de la escultura donde uno de los recursos son los componentes móviles de las obras. Pictóricamente, el arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas.
Las primeras manifestaciones de arte cinético se dan en los años 1910, en el movimiento futurista y en ciertas obras de Marcel Duchamp. Más adelante Alexander Calder inventó el móvil, un tipo de escultura formada por alambre y pequeñas piezas de metal suspendidas que son movidas ligeramente por el desplazamiento del aire en el ambiente. La expresión arte cinético es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por el viento, los espectadores y/o un mecanismo motorizado.
El arte cinético fue una corriente muy de moda desde la mitad de los 60 hasta mediados de los 70.
Es una tendencia de las pinturas y las esculturas contemporáneas creadas para producir una impresión de movimiento. El nombre tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación que existe entre los cuerpos y las fuerzas que sobre ellos actúan. Este término apareció por primera vez en 1920 cuando Naum Gabo en su Manifiesto Realista rechazó “el error heredado ya del arte egipcio, que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación plástica” y quiso reemplazarlos por los ritmos cinéticos: “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”. Utilizó esta expresión coincidiendo con su primera obra cinética, que era una varilla de acero movida por un motor y da valor al término utilizado hasta ese momento en la física mecánica y en la ciencia, pero comienza a utilizarse de forma habitual a partir del año 1955.
Hoy en día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban (un ejemplo pueden ser los anuncios luminosos). También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.
Las características de este tipo de arte son:
Texto: wikipedia
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