María Teresa León Goyri fue una escritora española. Hija de militar y de Oliva Goyri, prima de María Goyri (la esposa de Ramón Menéndez Pidal). En su educación influyeron mucho sus tíos y sobre todo su tía María, que había sido una de las primeras mujeres españolas en obtener un doctorado en Filosofía y Letras (Las primeras universitarias en España 1872-1910, Consuelo Flecha García). La infancia de María Teresa transcurrió entre Madrid, Barcelona y Burgos, ciudad ésta a la que volvería en varias ocasiones y a la que se sintió fuertemente ligada. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza y se licenció en Filosofía y Letras. Contrae matrimonio temprano con Gonzalo de Sebastián Alfaro, del que tiene dos hijos: Gonzalo y Enrique, pero su matrimonio no duró mucho. Separada de su marido y de sus hijos vuelve al hogar paterno en Burgos empezando a colaborar en el Diario de Burgos con importantes artículos que tratan temas de actualidad, cultura y defensa de la mujer. Escribe también cuentos para niños, como Cuentos para soñar y la La bella del mal amor, que ven la luz en Madrid, donde se establece hacia 1929. Por esos años conoce al que será su compañero de por vida, Rafael Alberti, al que ayudará en no pocas ocasiones, tanto material como espiritualmente. En 1933 funda junto a él la revista Octubre, que integrará a importantes escritores y figuras de la cultura a la vez que abre las puertas a otros más jóvenes. Más tarde realizarán diferentes viajes. En la Unión Soviética tendrán la oportunidad de conocer a importantes intelectuales como Máximo Gorki. El pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 que da inicio a la Guerra Civil los coge en Ibiza, de donde logran escapar en aventurera peripecia. Vuelven a instalarse en Madrid en plena guerra y María Teresa pasa a ejercer el cargo de secretaria de la Alianza de Escritores Antifascistas. Fundan la revista El Mono Azul. Sus vivencias en el Madrid bélico serán reflejadas más tarde con gran intensidad en dos novelas: Contra viento y marea y Juego limpio, ésta última de gran carga dramática, cruda e intensa, con importantes notas autobiográficas en la que narra el día a día de un grupo de actores. María Teresa fue subdirectora del Consejo Central del Teatro, y puso en pie, ya como autora, ya como actriz o como directora, importantes empresas teatrales en la España republicana. Las enseñanzas directas que había recibido de sus tíos, Ramón y María, prestigiosos estudiosos del romancero tradicional, encuentran su cauce de expresión en la confección del Romancero de la Guerra Civil, dedicado a Federico García Lorca, que constituye un importante compendio de la poesía anónima del siglo XX. También de su mano encontramos el precioso esbozo biográfico titulado "El soldado que nos enseñó a hablar" Miguel de Cervantesde Doña Jimena Díaz de Vivar, y una tercera de Gustavo Adolfo Bécquer. Fue junto a otros intelectuales de gran valía, la salvadora de la pinacoteca del Museo del Prado, el Palacio Real de Madrid, etc. bombardeados por la Legión Cóndor enviada por Adolf Hitler al servicio del golpista Francisco Franco en un afán de achacar la destrucción del patrimonio a la II República Española y cuyas consecuencias nefastas en la guerra civil española son de sobra conocidas. Rafael Alberti su marido escribió al respecto una obra intitulada "Noche de guerra en el Museo del Prado". La derrota los llevó al exilio: primero París, donde hasta 1940, trabaja como traductores y locutores en la radio. En marzo de 1940 en Marsella embarcan hacia Argentina, donde vivirán en Buenos Aires durante veintitrés años y donde nacerá Aitana, la hija de María Teresa y Alberti. Allí María Teresa desarrolla una intensa labor literaria como guionista de radio y traductora, a la vez que redacta algunas de sus principales obras. En la década de los 50 realizan varios viajes por Europa y, en 1958, por China, viaje que dará lugar a una importante obra en colaboración: Sonríe China. En 1963 se instalan en Roma, en el Trastevere, donde ambos, pero sobre todo Alberti, convertidos en figuras míticas y consagradas, pergeñan y perfilan importantes obras de madurez. Son los años en los que María Teresa escribe su autobiografía, Memoria de la melancolía, finalizada en 1968. Sin duda una obra importantísima para conocer buena parte de la intrahistoria española de buena parte del siglo XX. Con la llegada de la democracia, Rafael Alberti y María Teresa León vuelven a España en abril de 1977, pero ella no disfrutará mucho de la nueva etapa española. Aquejada del mal de Alzheimer, es ingresada en un sanatorio de las cercanías de Madrid en el que morirá el 13 de diciembre de 1988.
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