Firmicutes (del latín firmus = fuerte y cutis = piel en referencia a su gruesa pared celular) o Bacillota es un filo de bacterias, la mayoría de las cuales tienen una estructura celular Gram-positiva. Algunas de ellas (Mollicutes, entre las que se encuentran los micoplasmas) carecen de paredes celulares por lo que no se colorean con la tinción de Gram y además carecen de la segunda membrana encontrada en la mayoría de las bacterias Gram negativas. Otras, las del grupo Negativicutes, tienen una seudomembrana exterior porosa que las hace Gram-negativas. Firmicutes fue creado originalmente para incluir todas las bacterias Gram positivas, pero más recientemente se ha restringido a un grupo base de formas relacionadas, llamado grupo de contenido GC bajo, en contraposición con Actinobacteria que tiene contenido GC alto. Las Firmicutes tienen forma de bacilo y a veces de coco. Muchos Firmicutes producen endosporas, que las hacen resistentes a la desecación y pueden sobrevivir en condiciones extremas. Se encuentran en diversos hábitats e incluyen algunos patógenos notables. Una de las familias, Heliobacteria, son fotoheterótrofas, obteniendo su energía a través de la bacterioclorofila. Los Lactobacillales desempeñan un papel importante en la producción de alimentos fermentados lácteos como queso, yogur, cuajada, kéfir y kumis mediante fermentación láctica; y de las bebidas cerveza, vino, pulque, sidra, cava, sake, chicha y masato entre otras, por fermentación alcohólica. El investigador Jeffrey Gordon y sus colegas encontraron que los seres humanos obesos y los ratones tienen un porcentaje más bajo de bacterias de la familia Bacteroidetes y mayor de Firmicutes. Experimentos recientes muestran que la abundante presencia de Firmicutes en la microbiota intestinal se relaciona con la obesidad.
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