Berenice II (h. 269 a. C. — 221 a. C.) era hija del rey Magas de Cirene y de Apama, hija de Antíoco I Sóter. Su matrimonio con Ptolomeo III Evergetes, tercer gobernante de la Dinastía Ptolemaica del Antiguo Egipto, posibilitó la re-anexión de Cirene a Egipto. Apama, partidaria de una alianza con la dinastía seléucida de Siria, intentó frustar dicho matrimonio prometiendo a Berenice con el príncipe macedonio y rey de Cirene, Demetrio el Bello, con el que se casó alrededor de 249 a. C.. Sin embargo, tras de llegar a Cirene, Demetrio se hizo amante de Apama, y Berenice le hizo asesinar. No tuvo hijos con él. Más tarde se casó con Ptolomeo III, con el que tuvo seis hijos: el futuro Ptolomeo IV, Magas, Lisímaco, Alejandro, Arsínoe III, y Berenice, esta última, muerta en su infancia. Tras la muerte de su esposo en 221 a. C., su hijo Ptolomeo (probablemente asociado al trono junto a ella) la mandó envenenar, temiendo que pretendiera nombrar sucesor a su hermano Magas. Estando ya incluida en el culto dinástico junto a su esposo con el nombre de Los Evergetes (Benefactores), a su muerte Ptolomeo creó en su honor un sacerdocio anual, el Athlophoros. Berenice II fue además la primera reina del Egipto ptolemaico que hizo acuñar monedas con su efigie.
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