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En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1917 que empezó en Colombia país latinoamericano, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo literario y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica. Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo artístico (en España e Hispanoamérica).
El del 98, junto con el Modernismo, es un movimiento de renovación de la literatura y de oposición contra las tendencias anteriores (Realismo y Naturalismo), producido por la crisis política, económica y moral de finales del XIX, agraviada por la pérdida colonial, y por el agotamiento de los temas y de las formas.
Por ello, a los escritores del 98 les une la protesta contra las costumbres y la situación de la sociedad española, y la visión personal y subjetiva de las cosas.
Todos ellos se centran en dos temas clave. El tema de España, con diferentes visiones al respecto, se ve reflejado en el intento de descubrir el alma del país por medio del paisaje, sobre todo del castellano ; de la historia de sus gentes (intrahistoria) ; y de la literatura medieval y clásica, especialmente la de Cervantes. Por otro lado, estos autores muestran un interés especial por el tema existencial, la preocupación por el sentido de la vida, la obsesión por el tiempo y la indecisión religiosa.
Estilísticamente rechazan los retoricismos y apuestan por un lenguaje sencillo y claro sin perder fuerza expresiva. Su léxico es preciso y utilizan palabras terruñeras. Muchos términos tienen connotaciones negativas y pesimistas.
Sus novelas son completamente diferentes a las del Realismo. La perspectiva es personal y subjetiva, y el autor aporta opiniones, sin recursos retóricos ni intenciones moralizantes. Los relatos son cortos, con un personaje en el que se focaliza la acción (ej. : Andrés Hurtado).
Se puede detallar la obra de algunos autores.
Hay otro grupo de escritores que comparten la inquietud por el problema de España agrupados en el Novecentismo o Generación del 14, como Ortega y Gasset.
El Modernismo es una época cuyo objeto tiene distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
Conciliando ambas escrituras, que a su vez se realizan en la estética humana y perspectiva de la época en sus cambios más radicales, está la revolución industrial que mantiene una estética diversa en el modernismo.
Cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: el primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos y los valores sensoriales; el segundo, la concepción de que el arte debe sugerir, y buscar efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad.
El Modernismo también engloba, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelista.
Las principales características del modernismo son:
La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos.
Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:
Antonio Machado
Nació en Sevilla en 1875 y murió exiliado en Colliure (Francia) con su madre en 1939. Aunque en realidad es el gran poeta de la Generación del 98, tuvo también relación con el Modernismo. Como su hermano Manuel, estudió en la Institución Libre de Enseñanza después de su traslado a Madrid. Ambos hermanos trabajaron juntos en obras de teatro como Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos, o Julianillo Valcárcel (1926). Soledades, publicada en 1903 y ampliada en 1907, es una obra todavía modernista de Antonio Machado. Consiguió ser profesor de francés en Soria, una provincia que marcaría gran parte de su obra, como en Campos de Castilla (1912), en la que ya se opone al Modernismo.
Ramón del Valle-Inclán
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866 y murió en Santiago de Compostela en 1936, afectado de cáncer. Empezó a estudiar Derecho, pero lo dejó porque se marchó a México, donde volvería más tarde después de vivir en Madrid y en Santiago. Era todo un bohemio y su aspecto era muy característico. Era nervioso e irritable y se entregó siempre al arte y a lo bello. En un incidente con un periodista se hizo una herida que se agravó y provocó que le amputaran el brazo.
Es difícil establecer a qué movimiento literario pertenece exactamente Valle-Inclán por la amplitud de su obra, en la que destacan, por ejemplo, las Sonatas (en prosa) y los esperpentos (teatro). Valle-Inclán pertenece también a la Generación del 98.
Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, pero su primera época es modernista y también se caracteriza por la influencia de Bécquer. Juan Ramón Jiménez escribió un poema en el que se dejan ver sus distintas etapas poéticas hasta 1918.
María de la O Lejárraga
En 1899 publicó su primera obra: Cuentos breves, que fue acogida por su familia con frialdad. Eso y el hecho de ser maestra le impulsaron a ocultar su nombre bajo el nombre de su marido, con el que se casó en 1900. En 1901 publicaron Vida Moderna, en la que publicaron tanto escritores modernistas como realistas.
Con Juan Ramón Jiménez fundaron la revista del modernismo poético Helios (1903-1904), donde publicaron, entre otros, Emilia Pardo Bazán, Antonio Machado, Jacinto Benavente, los hermanos Quintero... Y en 1907 la revista Renacimiento, de corta duración pero gran calidad. Estas colaboraciones cimentaron una profunda amistad entre Lejárraga y Juan Ramón Jiménez. Ambas publicaciones estaban al corriente de las tendencias literarias europeas. Lejárraga era políglota y fue quien realizó la mayoría de las traducciones inglesas y alguna francesa aparecidas en Renacimiento.
La generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y Las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.
Formado inicialmente por el llamado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen también a Vicente Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más bien un escritor del naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto Benavente.
Pío Baroja | Azorín | Ramiro de Maeztu |
La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria se produjeron en los años inmediatamente posteriores a 1910 y están siempre marcados por la autojustificación de los radicalismos y rebeldías juveniles (Machado en los últimos poemas incorporados a Campos de Castilla, Unamuno en sus artículos escritos durante la I Guerra Mundial o en la obra ensayística de Pío Baroja).
Los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una estrecha amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro Salinas ha analizado hasta qué punto pueden considerarse verdaderamente una generación historiográficamente hablando. Lo indiscutible es que comparten una serie de puntos en común:
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En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1917 que empezó en Colombia país latinoamericano, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo literario y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica. Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo artístico (en España e Hispanoamérica).
El del 98, junto con el Modernismo, es un movimiento de renovación de la literatura y de oposición contra las tendencias anteriores (Realismo y Naturalismo), producido por la crisis política, económica y moral de finales del XIX, agraviada por la pérdida colonial, y por el agotamiento de los temas y de las formas.
Por ello, a los escritores del 98 les une la protesta contra las costumbres y la situación de la sociedad española, y la visión personal y subjetiva de las cosas.
Todos ellos se centran en dos temas clave. El tema de España, con diferentes visiones al respecto, se ve reflejado en el intento de descubrir el alma del país por medio del paisaje, sobre todo del castellano ; de la historia de sus gentes (intrahistoria) ; y de la literatura medieval y clásica, especialmente la de Cervantes. Por otro lado, estos autores muestran un interés especial por el tema existencial, la preocupación por el sentido de la vida, la obsesión por el tiempo y la indecisión religiosa.
Estilísticamente rechazan los retoricismos y apuestan por un lenguaje sencillo y claro sin perder fuerza expresiva. Su léxico es preciso y utilizan palabras terruñeras. Muchos términos tienen connotaciones negativas y pesimistas.
Sus novelas son completamente diferentes a las del Realismo. La perspectiva es personal y subjetiva, y el autor aporta opiniones, sin recursos retóricos ni intenciones moralizantes. Los relatos son cortos, con un personaje en el que se focaliza la acción (ej. : Andrés Hurtado).
Se puede detallar la obra de algunos autores.
Hay otro grupo de escritores que comparten la inquietud por el problema de España agrupados en el Novecentismo o Generación del 14, como Ortega y Gasset.
El Modernismo es una época cuyo objeto tiene distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
Conciliando ambas escrituras, que a su vez se realizan en la estética humana y perspectiva de la época en sus cambios más radicales, está la revolución industrial que mantiene una estética diversa en el modernismo.
Cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: el primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos y los valores sensoriales; el segundo, la concepción de que el arte debe sugerir, y buscar efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad.
El Modernismo también engloba, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelista.
Las principales características del modernismo son:
La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos.
Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:
Antonio Machado
Nació en Sevilla en 1875 y murió exiliado en Colliure (Francia) con su madre en 1939. Aunque en realidad es el gran poeta de la Generación del 98, tuvo también relación con el Modernismo. Como su hermano Manuel, estudió en la Institución Libre de Enseñanza después de su traslado a Madrid. Ambos hermanos trabajaron juntos en obras de teatro como Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos, o Julianillo Valcárcel (1926). Soledades, publicada en 1903 y ampliada en 1907, es una obra todavía modernista de Antonio Machado. Consiguió ser profesor de francés en Soria, una provincia que marcaría gran parte de su obra, como en Campos de Castilla (1912), en la que ya se opone al Modernismo.
Ramón del Valle-Inclán
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866 y murió en Santiago de Compostela en 1936, afectado de cáncer. Empezó a estudiar Derecho, pero lo dejó porque se marchó a México, donde volvería más tarde después de vivir en Madrid y en Santiago. Era todo un bohemio y su aspecto era muy característico. Era nervioso e irritable y se entregó siempre al arte y a lo bello. En un incidente con un periodista se hizo una herida que se agravó y provocó que le amputaran el brazo.
Es difícil establecer a qué movimiento literario pertenece exactamente Valle-Inclán por la amplitud de su obra, en la que destacan, por ejemplo, las Sonatas (en prosa) y los esperpentos (teatro). Valle-Inclán pertenece también a la Generación del 98.
Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, pero su primera época es modernista y también se caracteriza por la influencia de Bécquer. Juan Ramón Jiménez escribió un poema en el que se dejan ver sus distintas etapas poéticas hasta 1918.
María de la O Lejárraga
En 1899 publicó su primera obra: Cuentos breves, que fue acogida por su familia con frialdad. Eso y el hecho de ser maestra le impulsaron a ocultar su nombre bajo el nombre de su marido, con el que se casó en 1900. En 1901 publicaron Vida Moderna, en la que publicaron tanto escritores modernistas como realistas.
Con Juan Ramón Jiménez fundaron la revista del modernismo poético Helios (1903-1904), donde publicaron, entre otros, Emilia Pardo Bazán, Antonio Machado, Jacinto Benavente, los hermanos Quintero... Y en 1907 la revista Renacimiento, de corta duración pero gran calidad. Estas colaboraciones cimentaron una profunda amistad entre Lejárraga y Juan Ramón Jiménez. Ambas publicaciones estaban al corriente de las tendencias literarias europeas. Lejárraga era políglota y fue quien realizó la mayoría de las traducciones inglesas y alguna francesa aparecidas en Renacimiento.
La generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y Las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.
Formado inicialmente por el llamado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa, Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen también a Vicente Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más bien un escritor del naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto Benavente.
Pío Baroja | Azorín | Ramiro de Maeztu |
La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria se produjeron en los años inmediatamente posteriores a 1910 y están siempre marcados por la autojustificación de los radicalismos y rebeldías juveniles (Machado en los últimos poemas incorporados a Campos de Castilla, Unamuno en sus artículos escritos durante la I Guerra Mundial o en la obra ensayística de Pío Baroja).
Los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una estrecha amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro Salinas ha analizado hasta qué punto pueden considerarse verdaderamente una generación historiográficamente hablando. Lo indiscutible es que comparten una serie de puntos en común:
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