Juan José de Haro es doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor de Matemáticas e Informática en Educación Secundaria. Es autor del libro ‘Redes Sociales para la Educación’

“La estructura educativa es muy similar a la de una red social” 

• Breve descripción de su proyecto educativo en la Red

Las redes sociales forman el centro y origen de la clase en Internet, es el aula virtual, desde donde utilizamos herramientas según las necesidades: blogs (que actúan del mismo modo que los trabajos individuales en papel), wikis (como trabajo en grupo), recursos interactivos o no, propios o ajenos (usados como libro de texto) y por supuesto utilizamos también el equivalente a otros objetos menores que podemos encontrar en el interior de una clase de ladrillo, como lápices de colores, rotuladores, murales..., que están representados por toda la miríada de herramientas que encontramos disponibles en Internet como los vídeos, presentaciones, mapas conceptuales, etc. Esto no quiere decir que en clase no se utilice el libro de texto, la libreta o los lápices. Los medios digitales complementan y sustituyen parcialmente a los métodos actuales. Hay que tener bien clara la diferencia entre la enseñanza virtual (e-learning) y la que desarrollamos los profesores de la enseñanza obligatoria, que es presencial con tendencia a adquirir características de la virtual, es decir, una mezcla de ambas (b-learning).

• ¿Qué parámetros sigue para medir la calidad y la innovación educativa en Secundaria?

Para que una innovación sea tal debe cumplir, al menos, uno de estos dos requisitos: que con menor esfuerzo hagamos el mismo trabajo o que con el mismo esfuerzo hagamos más trabajo. El esfuerzo es un concepto que suele estar claro, pero de lo que entendemos por más o menos trabajo se podría hablar mucho. Simplificando al máximo podríamos decir que lo importante en ese ‘trabajo’ es que el alumno aprenda a desenvolverse en aquello que necesitará para su vida adulta, que no es lo mismo que aprobar un examen o aprenderse de memoria más conceptos teóricos.

• ¿Hasta qué punto la lógica de las redes sociales se puede trasladar al desarrollo de una asignatura?

La estructura educativa es muy similar a la de una red social. Ambas están formadas por grupos de personas unidos por un interés común, en el caso educativo este interés es el aprendizaje. Desde el momento en el que este aprendizaje no es una tarea individual, sino realizada en el seno de un colectivo, ya estamos en presencia de una red social. Es por este motivo que las redes sociales de Internet se adaptan tan bien a las necesidades de comunicación y educativas de la otra red social, la de la clase presencial.

• ¿Qué modelo (local, nacional o internacional) de integración de tecnología 2.0 y enseñanza destacaría? ¿Por qué?

Aquel en el que la tecnología sea invisible y dejemos de preocuparnos de los aparatos que usamos, para centrarnos exclusivamente en los aspectos educativos. En España, y en muchos otros países, se ha pasado por unas primeras fases donde existían aulas de informática a las que había que desplazarse para poder usarlas, posteriormente en algunos centros se instalaron ordenadores de sobremesa en cada pupitre, después vino el portátil para cada alumno. Son aparatos que, según mi punto de vista, siendo necesarios, no han sido realmente prácticos por los problemas tecnológicos que llevan asociados y las infraestructuras que necesitan. El móvil y el ordenador llevan años acercándose el uno al otro y últimamente están encontrando su simbiosis en aparatos como iPad y las tabletas, más económicas y de prestaciones similares, que surgen como imitación al primero. Posiblemente es ahora, por primera vez, cuando se puede empezar a hablar de integración real de la tecnología en la enseñanza.

• Si usted fuera ministro de Educación, ¿qué medidas tomaría para potenciar la implantación eficaz de internet como factor determinante en la evolución de los métodos de enseñanza –si es que procede-?

Se podría empezar por incentivos de algún tipo para los centros educativos que realmente utilicen Internet bajo criterios fijados al principio de cada curso. También aumentando la formación del profesorado y, del mismo modo, dando incentivos para que realicen estos cursos, por ejemplo, haciéndolos dentro de su jornada laboral.

• En Didactalia trabajamos con tecnología que promueve la utilización de datos abiertos y enlazables.  ¿Cómo puede aprovechar la tecnología semántica (Web 3.0) el sector educativo?

Uno de los grandes retos que se presentan ante el caos y el exceso de información que hay en Internet es disponer de mecanismos eficaces y fiables para seleccionar la información, en este aspecto los recursos de Didactalia ofrecen una iniciativa pionera y que probablemente será un modelo a seguir.

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