El adjetivo gentilicio, también llamado a veces demónimo, es aquel que denota el origen de las personas o de las cosas, ya sea por barrio, pueblo, ciudad, región, entidad política, provincia, país o cualquier otro lugar. El adjetivo gentilicio se puede sustantivar, es decir, se puede referir a una persona mencionándola únicamente por su gentilicio y así se puede decir correctamente «el bruneano» (en lugar de decir «el individuo bruneano»), «la francesa», etc. Los gentilicios ordinarios del idioma castellano o español se forman con una variedad de sufijos: -a, -aco, -aíno, -án, -ano, -ar, -ario, -asco, -eco, -ego, -enco, -eno, -ense, -eño, -eo, -ero, -és, -esco, -í, -iego, -ino, -isco, -ita, -o, -ol, -ota, -uco y -uz —más sus correspondientes variantes femeninas—. Asimismo, el español reconoce un gran número de gentilicios particulares puesto que, además de los fundamentos lingüísticos, son igualmente válidos para determinar un gentilicio aquellos relacionados con la cultura, la historia la tradición y el uso.
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