La obsidiana es un mineral que lleva con nosotros millones de años y que debe su formación a la lava de los volcanes. Cuando un volcán entra en erupción, la lava cae por la falda del mismo recorriendo varios kilómetros y arrasando todo a su paso. Cuando esta lava se enfría y se solidifica, se cristaliza y de aquí es donde se produce este mineral.

En la actualidad son muchas las personas que la han descubierto, no porque se haya estudiado sobre las mismas, sino porque en diversos videojuegos se ha llegado a popularizar por ser un material muy resistente y útil. Esto es así porque en la vida real también se trata de un elemento muy útil, aunque actualmente ha quedado relegada al sector de la joyería y de los geólogos, ya que anteriormente si se utilizaba para otros fines, como el de puntas de flechas con las que conseguían una herida mayor en sus presas, ya que este material está mucho más afilado que lo que puede estar una piedra convencional.

A la hora de estudiar este mineral, conviene advertir a los alumnos de todo el proceso por el que pasa la obsidiana antes de llegar a ser como la conocemos habitualmente, y que existen muchas variantes de la piedra tal y como la conocemos, siendo la más pura de todas las que tiene un color negro, aunque también se valora mucho la morada. Entre las menos conocidas pero que también entrarían dentro de esta categoría de mineral son las obsidianas verdes o las rojas, que reciben este color directamente de los elementos que ha ido arrastrando la lava antes de solidificarse, como también por tener en su interior hierro y otros metales.

Las piedras de obsidiana se utilizan mucho para la joyería y es habitual encontrárselas con formas redondeadas decorando un anillo o un collar.