El acelerado ritmo de vida actual nos deja poco tiempo para reparar en conceptos primordiales para los más pequeños de la casa. Una dificultad añadida para los ocupados padres de hoy que no pueden, sin embargo, dejar de lado esas joyas de la educación de sus hijos entre las que se encuentra la ilusión.

Fomentar la ilusión de los más pequeños no solo es cuestión de concretas fechas del año como Halloween, Carnavales, Navidad y similares. Hacer que todo lo que les rodee les resulte atractivo y que cualquier ocasión sea buena para celebrar una fiesta entre amigos o en familia es uno de los mejores regalos que podemos hacerles durante su infancia.

Que crean en la magia y en la fantasía, en los mundos de hadas y de seres mitológicos, volando en compañía de sus más admirados súper héroes o acudiendo a la llamada de  los protagonistas de los cuentos que leéis juntos, se convertirán en deliciosas experiencias que su recuerdo preservará del paso del tiempo.

Así las cosas, es importante que enseñes a tu hijo a celebrarlo todo: tanto su cumpleaños como su “no cumpleaños”, a celebrar que está lloviendo a mares fuera y que por eso pasaréis la tarde disfrazados en casa y a celebrar que no hay momento inadecuado para hacer de un instante cualquiera un evento festivo de envergadura.

Si quieres hacer de tu hijo el más feliz de los “locos bajitos” que conoces, recurre a los globos y disfraces que encontrarás en páginas como Milesdefiestas que resaltarán entre otros, los siguientes aspectos positivos:

• Un mejor desarrollo cognitivo y emocional. Conversar en familia sobre el desarrollo de la celebración que traéis entre manos ayudará a tus pequeñajos a expresar sus deseos, inquietudes y opiniones, mostrando sus sentimientos y emociones.
• Optimiza sus dotes de comunicación. La idea es que si quieren algo, lo expresen alto y claro. Un evento que pone en práctica las habilidades sociales de los niños, ayudándoles a ser más comunicativos.
• Potencia su autoestima. Al valorar las opiniones de tus hijos, estos se sentirán escuchados y notarán que lo que dicen es del agrado de los demás, lo que les hará sentirse más integrados, seguros y respetados dentro de su entorno más próximo.
• Ayuda a resolver problemas. El planteamiento anterior a toda fiesta es una excelente oportunidad para enseñar a los niños todo lo que concierne a la cooperación y a la negociación dentro de su zona de confort.
• Refuerza la educación en los valores de grupo y familiares. Una celebración familiar es la ocasión ideal para que cada uno dé rienda suelta a sus sentimientos, sacando a relucir aspectos tan esenciales como el papel que cada cual desempeña o el respeto hacia los demás.