La REDUVOLUTION, ¿es posible?

En las últimas jornadas los medios de comunicación están publicando noticias acerca de los fallos de nuestro sistema de enseñanza. También cuentan ensayos que en algunos centros se están haciendo para cambiar los métodos tradicionales. Y a comienzos de este año ha aparecido el libro “rEDUvolution” que ha conseguido, como es normal, aplausos y críticas. Dirigido fundamentalmente a los profesores, la idea que en él se expone es la necesidad de una revolución en la enseñanza a todos los niveles.

Reconociendo las dificultades que cualquier propuesta nueva conlleva, es evidente que los tiempos modernos exigen un replanteamiento de los métodos educativos. Métodos que no han sufrido grandes cambios en relación a los enormes que han experimentado las nuevas tecnologías. Y se está señalando precisamente el uso, en la medida de lo posible, de esas tecnologías en el aula como medio de autoaprendizaje.

Pero como hay que pasar de la teoría a la práctica es preciso pensar en formas concretas para conseguirlo.  Y de todas las proposiciones que en rEDUvolution se hacen, sin rechazar las demás, sugerimos detenernos en una de ellas. La necesidad de presentar los temas a estudiar a cualquier nivel y en cualquier materia, de forma que los alumnos los identifiquen con el mundo que les rodea y por el que con frecuencia sienten curiosidad.

La nieta de quien esto escribe, viajando en un A.V.E cuando aun no tenía seis años, comentó mientras miraba por la ventanilla que los árboles pasaban mas deprisa que cuando íbamos en el coche. No hay duda que acababa de tomar conciencia del concepto de velocidad. ¿Cómo aprovechar esos descubrimientos infantiles en el estudio de las distintas materias? La respuesta es muy sencilla, intentándolo en cada caso.

Como ejemplo de esta idea de cambio, me van a permitir los posibles lectores de este artículo que les lleve a la que ha sido mi especialidad, enseñar Física a nivel medio. Y para que lo entienda alguien sin ser experto en esa rama del saber pongo dos ejemplos fácilmente comprensibles.

Uno de ellos relacionado con la velocidad antes citada y otro con un concepto difícil de explicar, la energía.

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Ejemplo 1

Es muy frecuente en los primeros estudios de Física plantear problemas de este estilo:

Un punto móvil recorre 538 Km a velocidad constante durante 145 minutos y otro recorre igual distancia en 105 minutos. ¿Quién tiene más velocidad media?

No hace falta decir que el alumno no asocia lo leído con nada del mundo que le rodea. Y por supuesto hallar los valores del número que le piden no le despierta el menor interés. Quizá las cosas cambiarían si se presentara un problema de este tipo de la forma que se presenta “Corriendo para sobrevivir”

No es difícil suponer que el alumno imagina una historia que sabe perfectamente que puede ocurrir en la naturaleza.

Ejemplo 2

Otra presentación de un problema clásico es esta:

Se arrastra un cuerpo durante 10.000 m haciendo sobre él una fuerza constante de 200 N. Hallar el trabajo mecánico realizado.

Tampoco es necesario decir que el alumno no va a asociar lo presentado con el mundo que le rodea. Y, a lo mejor, ni sabe lo que está calculando ni si el valor hallado puede servir para algo.

Quizá, también aquí, las cosas serían diferentes si se presentara de la forma que se presenta “Alimentando al ciervo”

Una de las cosas que le indica esta formulación es que calcular el trabajo mecánico puede servir para algo muy concreto y perfectamente entendible.

En la línea de esta presentación recordemos, como bien saben los medios de comunicación, que “una imagen vale más que mil palabras”. Algo que el autor de este artículo viene defendiendo desde hace muchos años en la didáctica de su materia.

Es posible que la Física por los temas que analiza, pese a la dificultad que todos le reconocen al iniciar su estudio, tenga más facilidades que otras disciplinas para conseguir lo propuesto. Pero es fácil también suponer que los expertos en cada nivel y tema podrán lograr hacer cosas parecidas en todos los casos. En este mismo portal hace un rato se presentaban unas Matemáticas para el primer nivel que parecían divertidas.

Naturalmente, los cambios de que estamos hablando tienen que ser provocados fundamentalmente por los profesionales de la enseñanza en todos sus niveles. Y el progreso evidente de la sociedad a lo largo de la historia solo se ha conseguido ensayando cambiar los hábitos usuales por otros nuevos.

¿Es posible una reduvolution o revolución educativa? Algunos pensamos que sí, pero los que piensen lo contrario convendrán con nosotros que la única manera de conocer con un mínimo de rigor la respuesta es intentarlo.

Cualquier opinión o sugerencia sobre lo escrito será positiva, porque la experiencia de muchos años de enseñante enseña que “dos cabezas (o más) piensan mejor que una”