Introducción

La Gran Guerra ha estado muy presente en el cine, si bien, por razones fáciles de entender, no tanto como la Segunda Guerra Mundial. Algunas de las mejores películas sobre el asunto datan del período de entreguerras y hoy son poco conocidas y difíciles de ver. Muchas de ellas son obras maestras, sin embargo. Os proponemos aquí doce películas sobre la Gran Guerra que deberíamos ver con nuestros alumnos o hijos antes de acabar la secundaria. Verlas nos ayudará a entender mejor el ambiente social y político, los valores, las situaciones y, en general, los muchos aspectos de aquel conflicto que puso un punto y final trágico al feliz siglo XIX, un siglo imbuido de la idea de la posibilidad de un progreso ilimitado que, a la postre, pondría fin a todos los problemas y escaseces de la humanidad.

La Gran Guerra fue el final de la Edad de la Inocencia, una época en la que un caballero decente podía viajar por toda Europa sólo mostrando su tarjeta de visita. El conflicto puso de manifiesto la insuficiencia y cortedad de los valores y el fondo político, social e intelectual sobre los que estaba construida aquella vieja Europa. La guerra fue dirigida por unas élites militares, que en demasiados casos adolecían de una elevada idea de sí mismas y que se mostraron tan poco compasivas, fatuas y anticuadas, que puede decirse de ellas que en muchas ocasiones se desempeñaron con deshonor. Su lamentable visión y actuación condenó a los hombres que dirigían a sufrir una carnicería pergueñada a escala industrial. Las anticuadas visiones de los conflictos bélicos y de los valores de la guerra de esta envejecida y acanallada clase profesional se concretaron rápidamente en una guerra de posiciones irresoluble, donde las trincheras, sistemáticamente batidas por el fuego incesante de la artillería enemiga y sometidas a la constante amenaza de armas químicas, se constituyeron en el escenario de batalla por excelencia y a la postre en gigantescas máquinas de picar de carne humana.

Todo ello dió lugar a lo que quizá sea la herencia más permanente y robusta de aquel conflicto: una visión antiheroica, descreída, desconfiada, sin grandeza y profundamente antibelicista de la guerra, que puede rastrearse en la mayor parte de los innumerables testimonios que, en forma de diarios, cartas, libros o películas, nos dejaron los que en ella participaron. Lamentablemente, una gestión del final del conflicto, y de la subsiguiente paz, políticamente torpe e insuficiente, y que se concretó en el Tratado de Versalles, hizo de la Gran Guerra el preludio de una tragedia de proporciones casi inverosímiles que terminó con la victoria aliada de 1.945 y, en última instancia, con la caída del Muro en 1.989. Sin embargo, el pensamiento belicista encarnado en la célebre idea de Clauswitz según la cual la guerra es la continuación de la política por otros medios, y por tanto no sólo un acto político, sino sobre todo un instrumento político, comenzó a ser seriamente cuestionada y erosionada intelectualmente. Si cada hombre individual deberá ser en algún sentido un medio para algo, entonces debería serlo sobre todo para sí mismo, pero nunca para terminar siendo "carne de cañón".

Es así como, de los rescoldos de aquel conflicto, comenzó a emerger, como promesa de redención para todos, un individualismo compasivo, que se despliega en un marco político liberal y amable. Sin duda en el futuro habrá guerras, quizá ineludibles, que librar, pero será difícil volver a pensarlas de otro modo que como un mal inevitable, como un espantoso tropezón en el camino hacia un mundo donde el disenso y el conflicto hayan encontrado a escala universal cauces de gestión y resolución basados en la palabra, la negociación, la presión y la política. No estamos muy cerca de eso, quizá ni siquiera cerca. Lamentablemente, un siglo después de que comenzara la Gran Guerra, en muchas partes del mundo se enseñorean formas de dominación políticas de raiz totalitaria que siguen alumbrando ideologías nihilistas, pero muchos de los que sobrevivieron a esa guerra nos dejaron un testimonio permanente que nos conmina a luchar contra el horror.

Doce películas sobre la Gran guerra

Todas las películas de esta pequeña selección son un excelente complemento a una visión histórica y geopolítica más académica del conflicto; creemos que su visonado permitirá debatir, pensar y escribir sobre ese momento central de nuestra historia con más conocimiento de causa. A continuación, os ofrecemos algunas de las razones para ver cada uno de estos grandes títulos, firmados todos ellos por directores que pertenecen a la gran historia del cine.

La Gran Ilusion (Jean Renoir)

La gran ilusión (Jean Renoir, 1.937): Unos pilotos franceses son abatidos sobre el cielo alemán poco antes del comienzo de la Gran Guerra. La historia nos cuenta su vida y vicisitudes, así como la de otros personajes con los que se encuentran en su peripecia y confinamiento en territorio alemán a lo largo de los 18 meses que siguieron a ese suceso. Guerra, cárcel, amistad y amor en una obra poblada por enormes personajes y actuaciones inolvidables, contada con una ironía sofisticada y una sencillez aparente puestas al servicio de una idea central: todas las personas sin excepción son iguales y...Ver más

​Senderos de Gloria (Stanley Kubrick)

Senderos de Gloria (Stanley Kubrick, 1.957): Kubrick ha firmado con una diferencia de 30 años y en dos escenarios bélicos separados por miles de kilómetros y circunstancias, dos de los manifiestos cinematográficos antimilitaristas más poderosos de la historia del cine: esta Senderos de Gloria, que aquí traemos a colación, y La Chaqueta Metálica, película cuya acción está situada en la guerra que comenzó en la ex-colonia francesa de Indochina y que terminó por convertirse en la guerra de Vietnam, la más presente y en cierto sentido actual de todas las guerras posteriores a la II Guerra Mundial. Ver más

Adiós a las Armas (Franz Borzage)

Adiós a las Armas (Franz Borzage, 1.932; adaptación de una obra original de Ernst Hemingway; existe una segunda versión de Charles Vidor de 1.957. La película tiene lugar en la Italia durante la Gran Guerra, donde surge una historia de amor entre un joven soldado, Frederick Henry, y una enfermera de guerra llamada Catherine Barkley. Ver más

Capitán Conan (Bertrand Tavernier)

Capitán Conan (Bertrand Tavernier, 1.996): Bertrand Tavernier filmó esta robusta y hermosa historia de perdedores que cuenta las andanzas del Ejército de Salónica en las postrimerías de la Gran Guerra. La película fue reconocida con los premios César de la Academia del Cine de Francia al mejor director y al mejor actor, un inconmensurable Philippe Torreton. El film está basado en la novela ganadora del Premio Goncourt de 1.934, Capitaine Conan escrita por Roger Vercel. La historia se sitúa en los Balcanes, en la larga cuenca del Danubio, en Bulgaria para ser precisos.  Ver más

Sin Novedad en el Frente (Lewis Milestone)

Sin Novedad en el Frente (Lewis Milestone, 1.930; adaptación de la obra homónima de Erich Maria Remarke; existe una segunda versión de Delbert Mann de 1.979). La ilusión de unos jóvenes  jovenes que se alistan buscando gloria y encuentran en el frente miserias y desolación. Un obra mítica de cine de guerra que nos muestra toda la crueldad de la Gran Guerra. Ver más

Largo Domingo de Noviazgo (Jean-Pierre Jeunet)

Largo Domingo de Noviazgo (Jean-Pierre Jeunet, 2004)  Una historia de amor y esperanza cuyo paisaje de fondo son los horrores de la guerra y la huella que deja en quienes la han vivido. Su protagonista, Mathilde, una impecable interpretación de Audrey Tautou, es una joven que al inicio del film recibe la noticia de que su prometido ha fallecido. Ver más

Otras películas ambientadas en la Primera Guerra Mundial

• El sargento York (Howard Hawks, 1.941)
• Gallipoli (Peter Weir, 1.981)
• Lawerence de Arabia (David Lean, 1.962)
• La Reina de Africa (John Huston, 1952)
• Johnny cogió su fusil (Dalton Trumbo, 1.971)
• War horse (Caballo de batalla) (Steven Spielberg, 2.001)

Imágenes de los carteles de películas vía filmaffinity.com.

Mapa Conceptual sobre el Cine y la Primera Guerra Mundial